Un mercado complicado en el que hay muchas restricciones derivadas del sistema impositivo y burocrático. Así describen varios galeristas la situación del mercado del arte en Brasil. Avanzando en el análisis que hacíamos la semana pasada, cuando detectábamos que ArtRío 2015 sigue perdiendo presencia de galerías neoyorquinas, británicas, españolas y portuguesas de cara a la próxima edición, ARTEINFORMADO se ha dirigido a la propia feria y a las galerías que se han sumado a la retirada para averiguar los motivos de esta situación.

Este año el total de galerías participantes se verá reducido en 20 respecto al año anterior, de 100 a 80. Los propios responsables de ArtRío afirman que, “es imposible no hablar del momento de inestabilidad económica de Brasil este año”, y añaden que “ante este nuevo escenario, y también sobre la base de las tendencias mundiales del segmento, nos decidimos a tener en 2015 una feria con menos galerías, dando prioridad a las galerías brasileñas y también para galerías internacionales con un fuerte potencial de éxito en Brasil. Con este enfoque, estamos trabajando en esta quinta edición con galerías que realmente creen en el potencial y la fuerza de ArtRio y el mercado brasileño.”

Sin embargo, las propias pautas dictadas por la organización de la feria en la selección de galerías hace que galerías que estuvieron en los orígenes ahora se sientan discriminadas frente a las galerías internacionales. Es el caso de la portuguesa Mário Sequeira que lleva participando desde la primera edición y que señala que la organización “tiende a ser más favorable con las galerías líder nacionales e internacionales, lo que es algo muy desalentador para las galerías que han hecho un esfuerzo y han apoyado a la feria desde sus inicios”.

Además, Mário Sequeira, que quita peso a la importancia de la mala situación económica de Brasil, afirma que las razones que les han llevado a no acudir a la feria este año son “la burocracia en Brasil, que es tremenda, y los impuestos, que son extremadamente altos, llegando hasta el 46%, y no la situación económica a la que Brasil se enfrenta actualmente”. Y continúa: “pese a que durante los días de la feria se dan algunas facilidades con los impuestos, solo son restringidos y al final es duro y prolongado recaudar los pagos. Primero es necesario nacionalizar las obras adquiridas, esto es un proceso largo y complicado, requiere mucha burocracia y al final resulta muy estresante, no solo para las galerías, también para los compradores”.

La galería Estrany-de la Mota también alude al sistema impositivo y reconoce que le “preocupaba que el impuesto del IVA en Brasil es proteccionista con las galerías nacionales gravando enormemente las posibles ventas de las galerías extranjeras”, además de que “la situación económica brasileña había cambiado considerablemente en los meses anteriores a la edición de la feria”. Y es que, el tema impositivo de Brasil en las ferias no es una polémica nueva, es un tema del que los medios vienen hablando desde 2013, y que The Art Newspaper recogía también el pasado año.

Además, en el caso de las galerías catalanas, cuya presencia en ArtRío este año se ha reducido de 10 a tan solo dos, parece relevante el apoyo recibido por parte de la asociación Art Barcelona a través de la Generalitat para acudir entre el 4 y 6 de septiembre a ArtInternational Istambul. Las ayudas, sumadas a la proximidad de fechas, han influido en el hecho de que ADN Galería, Galeria Trama y Senda, pertenecientes a la asociación, no vayan este año a ArtRío en favor de Istambul, siendo para todas ellas su primera vez en esta feria, salvo para ADN que acude desde su surgimiento en 2013 y afirma estar “actuando en el marco de una iniciativa común de movilidad internacional”. Horrach Moyà, pese a  no pertenecer a la asociación, también se suma a este trasvase ante lo que parece un panorama más prometedor.
 
De hecho, Galería Trama afirma que ven más afinidad con el mercado en Istambul, ya que según ellos “parece un mercado emergente con un sistema un poco más similar al nuestro y parece que pueda ser más fácil tener una oportunidad, también los gastos para participar son menores”, frente al brasileño, al que consideran “bastante difícil debido a las restricciones en la importación de arte en Brasil, que dificultan mucho que una galería extranjera se pueda hacer un sitio en su mercado”.

Evidentemente, otros factores como las propias circunstancias de cada galería, la amplia oferta de ferias en el mundo, que obliga a elegir entre unas y otras, y cuestiones como el gasto derivado de la proximidad geográfica son otros factores que pueden ser decisivos en la elección. Elba Benítez, que no acude ni a ArtRío ni a Estambul este año, señala: “no nos presentaremos ya que atendemos a bastantes ferias a lo largo de la temporada”. En esta línea de incompatibilidad, la madrileña Espacio Mínimo dice que “es una cuestión de calendario ya que coincide con SUMMA en Madrid y está muy cercana a la primera edición de ZONAMACO Foto”, en la que participarán en México.

Finalmente, no se debe obviar el potencial de SP-Arte 15, que tuvo lugar entre el 9 y el 12 de abril, y que es considerada por muchos la feria de arte más puntera de Brasil, a la que este año acudieron más galerías españolas que las que lo harán a ArtRío, incluidas Espacio Mínimo y Elba Benítez.