A punto de iniciarse la vigésimo octava edición de la Bienal São Paulo (Brasil), desde el próximo domingo y hasta el 8 de diciembre de este año, la propuesta que se plantea en esta ocasión es bastante diferente a las realizadas hasta la fecha, ya que los artistas y sus obras no serán los protagonistas. Bajo el título "En contacto directo", los comisarios responsables del evento, Ivo Mesquita y Ana Paula Cohen, apuestan por presentar un espacio para la reflexión y la observación sobre lo que es la cultura y el sistema de bienales y ferias, en el marco de una contemporaneidad determinada por las nuevas relaciones que implican la globalización económica, las relaciones culturales y la popularización del arte contemporáneo.

Para estimular estas reflexiones, la planta principal del Pabellón Ciccillo Matarazzo se concibe como una plaza pública de interacción social que invita a una nueva relación con este espacio a través de diferentes eventos que se presentarán hasta diciembre. La segunda planta de la bienal, normalmente divida en función de los trabajos exhibidos, se plantea como un espacio para vivir el carácter físico de su arquitectura. Mientras que en la tercera planta se pretende revisar, por medio de una exposición con los artistas invitados, los juegos que ellos sean capaces de proponer entre la ficción y la realidad, la memoria personal y la historia colectiva. Y se buscará estimular la reflexión sobre la propia bienal brasileña, las bienales y ferias en general y las prácticas artísticas, a través de documentación bibliográfica ubicada en el lugar y un amplio cartel de conferencias.

Aún cuando no constituyen el centro de la Bienal, los artistas invitados este año son cerca de 50 frente a los más 100 que pudieron verse en el 2006 o los más de 130 que se mostraron en el 2004. Cristina Lucas (Jaén, 1973) y Javier Peñafiel (Zaragoza, 1964), quienes tienen por galeristas a Juana de Aizpuru en Madrid y a Joan Prats en Barcelona, respectivamente, serán los representantes españoles en esta edición acompañados por el Premio Nacional de Danza 2005, Israel Galván (Sevilla, 1973). En el 2006, la española Rosa Martínez fue seleccionada como una de las comisarias del evento y pudo verse el trabajo de Lara Almárcegui (Zaragoza, 1972), Antoni Miralda (Barcelona, 1942) y Fernando Sánchez Castillo (Madrid, 1970). En el 2004, fueron Eulalia Valldosera (Vilafranca del Penedès, 1963) y Santiago Sierra (Madrid, 1966) los representantes nacionales, con lo que España ha mantenido su presencia a lo largo del tiempo. Por Mónica Núñez Luis - ARTEINFORMADO