Si existe una ciudad donde el peso de los sueños puede masticarse, en la que las ilusiones y las fantasías tienen fuerza huracanada y donde con igual energía las desilusiones pueden tomar tierra y hacer agujeros en el corazón, esa ciudad es Nueva York. Con toda su carga mítica y poética, la Gran Manzana atrae hordas de soñadores que en la mayoría de los casos acaban dándose de bruces con la cruda realidad de una ciudad cuyo asfalto es mucho más duro de lo que les decían sus sueños. El artista valenciano Antonio Ortuño, neoyorquino adoptivo desde hace ya cinco años, sabe que la ilusión y la desilusión viajan de la mano en esta urbe tan áspera como acogedora, y por extensión, también planean en la vida de todo urbanita del siglo XXI. Como tal, Ortuño se ha lanzado con su nueva exposición, Mi tío ... de América, a investigar precisamente el cúmulo de sensaciones que esos sueños y desengaños provocan en el ser humano. Ortuño, que ha encontrado en la video-instalación una de sus mejores vías de expresión, ha separado el espacio expositivo en dos áreas bien diferenciadas que ofrecen dos atmósferas que invitan a la reflexión y a la vez se complementan.

Por un lado está el video en el que un hombre sueña, en el sentido literal de la palabra, con todo lo que ello conlleva. Aparentemente es un hombre dormido pero ¿son realmente diferentes los sueños de alguien en estado de reposo que los de un hombre despierto y cuyas ilusiones le empujan hacia metas tan difíciles o imposibles como las que nos presenta cada noche nuestro inconsciente?.

El otro video es más juguetón, menos dramático y aunque también invita a la ensoñación, lo hace de forma más sutil. Ese posible Tío de América del que siempre se hablaba durante la infancia española, ese hombre que un día podía aparecer de la nada y transportarnos a un mundo de riquezas infinitas toma vida en éste video a través de un personaje maravilloso que Ortuño descubrió en un café neoyorquino. Su imagen se mezcla con la del propio artista en un extraño y conmovedor viaje visual que sirve de perfecto contrapunto al video del hombre durmiendo.

La exposición está presidida por una gran foto entre divertida y sugerente y se complementa con una serie de fotos-dibujo con las que Ortuño cierra en positivo su particular viaje alrededor de las emociones encerradas en nuestros sueños y desilusiones.

Antonio Ortuño (Elche, Alicante, 1970), reside desde hace cinco años en Nueva York. Comenzó su trayectoría artística en el Festival de Arte Contemporáneo 'Conmutaciones-02' de Zaragoza, con la vídeo-instalación 'Por Amor/Deshechos', que también ha sido expuesta en la galería Local Projects de Nueva York. Sus video instalaciones se han expuesto en la II Bienal de Valencia, en el 'Nabi Center' de Seúl (Corea del Sur) y en el Festival Internacional de VideoArte de Valencia. Recientemente también ha participado en 'The Most Curatorial Biennial of the Universe', en la Apexart Gallery de Nueva York, en la exposición 'Framnig AIDS' en el Queens Museum of Art por dos años consecutivos con performance incluida y en el SPAIN ART FEST'10 en Times Square, etc.