En este proyecto, De Val plantea una reflexión sobre la relación entre ruinas y memoria o su asociación inmediata. La idea fundamental del proyecto es hablar de un 'lugar' a través de sus ruinas como metáfora de memoria y de historia.

'La contemplación de las ruinas nos permite entrever fugazmente la existencia de un tiempo que no es del tiempo del que nos hablan los manuales de historia o del que tratan de resucitar las restauraciones. Es un tiempo puro, al que no pude asignarse fecha, que no está presente en nuestro mundo de imágenes, simulacros y reconstituciones, que no se ubica en nuestro mundo violento, un mundo cuyos cascotes, faltos de tiempo, no logran ya convertirse en ruinas. Es un tiempo perdido cuya recuperación compete al arte.'

Marc Augé

El objetivo último consiste en ... rescatar estas ruinas como lugares a los que el abandono confiere un valor añadido, como si éste enfatizara el paso del tiempo, como si ese tiempo, por algún motivo que De Val busca entender, hubiera sido allí menos clemente y dejado una huella distinta. Lugares en los que las formas se van metamorfoseando y que al observarlas, trasladan en el tiempo a quien las observa. Observar las ruinas es sentir la experiencia del tiempo, cada uno la suya, los miles de viajes.

En los paisajes de De Val brotan monstruos con apariencia humana, enmascarados, hieráticos como espantapájaros. Personajes del presente que transitan lugares del pasado. Nos ocultan sus facciones como los actores de una tragedia griega. Juegan al escondite con el espectador, nos llaman a cruzar la línea.

Esta serie es en fin una mirada al tiempo, a la memoria, a la memoria de la artista. Como dice el antropólogo francés Marc Augé: 'las ruinas son un testimonio de verdad y, paradójicamente, de vida.'