La exposición de óleos de Manel Bosch está conformada por una amplia selección de 30 piezas, la mayoría recientes, de vistas urbanas y marinas. Predominan los paisajes de la ciudad de Barcelona con sus inconfundibles y atractivos perfiles de la obra arquitectónica de Gaudí como la Sagrada Familia, la Casa Batlló, pero también otros escenarios como las Ramblas, Montjüic, vistas de la ciudad o la Costa Brava. Además de la Ciudad Condal, -donde Bosch reside en la actualidad-, el espectador hallará también urbes como Madrid, temas de Mallorca o Cadaqués. Pero, sin lugar a dudas, los paisajes que más interés despertarán en el público castellonense son la serie dedicada a localidades de fuerte personalidad como Peñíscola, Sant Mateu o Xodos. Esta familia de obras más cercana se realizó durante los años que Manel Bosch estuvo exponiendo en Castellón, en una conocida galería de arte hoy cerrada, entre ... 2006 y 2009. Bosch se reconoce todavía un pintor enamorado del natural y, siempre que puede, coloca su caballete allá donde la obra ordene. 'Para un pintor paisajista no hay nada como el natural. Además te permite un contacto muy directo con el público. Yo guardo momentos muy especiales', confiesa.

El paisajismo de Manel Bosch se entronca con la tradición catalana de Joaquim Mir, Josep Amat y otros tantos maestros que se sienten cómodos con la visión hedonista de los pintores impresionistas. Una pintura honesta que huye de segundas intenciones. La obra de Bosch es, ante todo, un canto a la belleza, un profundo estudio lumínico y una búsqueda incansable de nuevas gamas cromáticas. Manel Bosch siempre busca paisajes exóticos donde poder capturar y atrapar su particular atmósfera. Bosch ha plasmado con su pincel desde los rascacielos de Nueva York hasta las Islas Mauricio, Alemania, Normandía, Praga y, por supuesto, latitudes más cálidas como Mallorca y su adorada Barcelona.

Contrario al mimetismo fotográfico el artista señala: 'Tú construyes tu paisaje'. Bosch altera cuando es necesario los elementos del paisaje para componer uno nuevo, para interpretar la realidad a través de la mirada del artista. Colores, formas y ritmos se van exagerando, acentuando y transformando a capricho del creador para reconfigurar la naturaleza y, en definitiva, hacerla más bella.