Hace siete años que Cristián Orellana trabaja con el artista suizo Not Vital y conjuntamente se han dedicado a explorar los límites entre arquitectura y escultura.

NotOna forma parte de uno de los sueños mas excéntricos de Not Vital: tener una casa para mirar la puesta de sol en cada continente. Orellana se encargó de hacer realidad este sueño en el continente americano, proponiendo una isla y tardando 6 años en componer la experiencia sensorial que implica habitar NotOna.

El arquitecto parte del precepto 'no es una casa sobre la isla, sino una isla convertida en casa'. Así comienzan a disiparse los límites arquitectónicos hacia la escultura y se confunde lo interior con lo exterior. La isla corresponde a un todo y en ella existen distintos eventos conectados a través de senderos, que ... exigen inevitablemente el desplazamiento del habitante.

La casa está imaginada para una sola persona que busca el sol dentro del mármol. Esta es sólo una de las contradicciones que se presentan muy sutilmente en cada espacio. El primer evento es el acceso Oeste, una escultura cúbica de 6x6x6m. que comprende una escalera de 45º en su interior. Es la primera etapa de la experiencia individual exigida por NotOna: el ancho de este acceso permite la entrada de una sola persona. El acceso Este, es donde se ubican los servicios de la casa. Se ha dejado intencionalmente la fachada hacia el lago sin ventanas para evitar cualquier presencia de la casa sobre el paisaje. Una vez más hay un juego con la sensibilidad del habitante, entregándole la magnitud del lago con el sonido del agua. Es la obra poética que presenta Orellana en sus construcciones apuntando siempre a poner en valor lo sublime.

Por último está la ventana: materialización del sueño. Se consigue ver la puesta de sol y se descubren nuevas maneras de vivirla a través de los cambios de matices en la caverna. Se ha transformado el interior de la roca en ventana y el artista chileno ha logrado reinterpretar el atardecer con tan sólo enmarcar el momento. No es solamente la única ventana de la casa hacia el exterior, sino también la única construcción visible al observar la isla.

NotOna es un ejemplo de la arquitectura no referencial que debe ser entendida en su totalidad. Es una experiencia introspectiva que lleva al habitante por sobre los límites materiales. Es un viaje hacia lo más profundo del ser humano y sus raíces están en lo natural. Pocas veces se comprende el lujo de los lugares arcaicos, donde el hombre prescinde de las cosas y vuelve a un estado cavernario. Esta es una arquitectura subversiva, que no genera espacios sino que libera de éstos. Es una obra que apunta a generar cambios evolutivos en el ser, casi olvidándonos de la construcción de la isla.