Salvador Montó: Cuaderno de Viajes
Condiciendo con la especial velada de la Noche Blanca 2014, el 26 de septiembre, Galería Van Dyck presenta la obra de Salvador Montó. Una exposición monográfica titulada "Cuaderno de viajes" que nos traslada a distintas ciudades a través de la mirada de este artista valenciano.
Todo cuaderno de viajes recoge la experiencia del trotamundos documentada a través de mapas, dibujos y fotografías. Las obras que Salvador Montó presenta en esta muestra representan su personal pinacoteca de viaje. Aquellos lugares visitados e inmortalizados posteriormente mediante la técnica del acrílico en su estudio.
Estamos ante una pintura realista que no se sustenta en una mimesis fiel de aquello que representa. Aunque parte de una realidad tangible, ésta es matizada por un tamiz emocional. El espectador se encuentra, por tanto, ante una doble realidad: la del paisaje y la del artista que proyecta sus emociones tras aprehender el paisaje. La imagen...externa sirve para transmitir la visión interna del artista.
A veces, Montó, centra su mirada en lugares o escenas que, por su cotidianidad, pudieran parecer a priori intrascendentes pero que a él, ya sea por su bagaje personal o por sus referentes cinematográficos o literarios, entre otros, lo inspiran hasta el punto de no poder reprimir el impulso de hacerlas suyas, plasmándolas sobre el lienzo y mostrándole así al espectador su modo particular de observar el mundo.
Se trata, en su mayoría, de paisajes arquitectónicos de formas simplificadas pero sólidas. Vistas urbanas de Nueva York, Berlín, Roma y Venecia que guardan ecos de la pintura italiana de entreguerras por sus captaciones atmosféricas contenidas. Esta quietud se aprecia especialmente en las visiones de NYC, en las que la calma contrasta con la habitual actividad frenética de una ciudad de esas características. El espectador accede así a una visión más introspectiva de la urbe que remite a su esencia más allá de la habitual visión de la misma como mero conglomerado de transeúntes. Así, a pesar de la presencia de personajes en algunas de las obras, algo novedoso y hasta el momento poco usual en el trabajo de Montó, la pintura no pierde esa esencia íntima, de tiempo detenido, silencio y calma.
El artista selecciona aquel fragmento del paisaje que quiere retratar escogiendo con pericia el encuadre. En ocasiones, los puntos de vista son altos. Otras veces se sitúa a pie de calle como transeúnte. Muchas son imágenes solitarias. En otras, la presencia humana no es directa pero la determinan los automóviles y aquellos edificios nocturnos en los que algunas de sus múltiples ventanas aún tienen luz. Cuando la figuración aparece lo hace de manera impersonal, difuminada.
En esta exposición nos paseamos por las cosmopolitas Nueva York y Berlín, con sus contemporáneas arquitecturas que contrastan con el clasicismo de los edificios romanos y venecianos. Del peso de la historia de la civitas a la modernidad de la urbe global. Es una muestra de sensaciones y antítesis en la cual el público se traslada de las cálidas aguas ibicencas al frío ambiente del Nueva York nevado. El artista viaja para pintar y el espectador viaja a través de sus pinturas.
Aurora Vigil-Escalera
Directora de Sala de Arte Van Dyck
Imágenes de la Exposición
Salvador Montó
Entrada actualizada el el 26 sep de 2014
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