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Mateo López comenzó en septiembre de 2008 a desarrollar Deriva, un libro para la Trienal Poligráfica de Puerto Rico. Del proceso de desarrollo de esta publicación surge la instalación que da forma a esta exposición, titulada del mismo modo que el libro. En ella, Mateo López mostrará todo el material con el que ha ido componiendo esta publicación: maquetas, objetos, referencias bibliográficas, citas, fotografías, etc. El artista concibe así sus exposiciones como enormes instalaciones que no son otra cosa que el resultado de un largo proceso de investigación y trabajo en el que van enlazándose unas ideas con otras. No es ésta la primera vez que Mateo López genera una temporalización del espacio, sino que ya en instalaciones anteriores, como Diario de Motocicleta, ha trasladado todos sus recuerdos del viaje al espacio galerístico, descontextualizando su propia experiencia física.

Deriva refleja, en cualquier caso, el pensamiento del artista ante su propio proceso de creación. La exposición agrupa diferentes ideas que, conexionadas entre sí, van materializándose en determinados objetos: desde dibujos a esculturas, fotografías, etc. Es precisamente en esta red de ideas materializadas en obras de arte donde podemos referirnos a la concepción del rizoma del que hablaran Félix Guattari y Gilles Delauze y que bien enlaza con los propios referentes literarios del artista: Cortazar, Borges o Paul Auster.

El mundo de Mateo López es un universo de anécdotas y de vivencias donde la exposición se concibe como un cuaderno de bitácora, un anecdotario dispuesto para ser compartido con el espectador. Los dibujos o esculturas que forman parte de sus instalaciones denotan, en la mayoría de los casos, un gesto manual que define el juego entre la imagen y su representación. Es decir, sus objetos suelen ser representaciones de la realidad, como explica Jaime Cerón: "Cuando descubrimos que un billete de dólar es en realidad un dibujo,

nos sobreviene una confusión que tiende a afectar, no solo a nuestra relación con la obra, sino a la comprensión y experiencia que tenemos del objeto al que ella alude (...) El objeto que persigue su trabajo, es el propio vehículo que sostiene la representación, tanto en el arte como en el mundo, lo que produce la paradoja de que lo verdadero se revele como falso y lo falso como verdadero"

La exposición, por tanto, mostrará en tres dimensiones el tema y el contenido del libro Deriva. Asimismo, continuando con la idea de su Taller Portátil No 25, el artista recreará en la sala del Laboratorio 987 no sólo todo el material relacionado con libro Deriva, también un taller de librero, dejando en este taller los objetos "abandonados a la deriva", jugando así con el título y el significado de esta palabra.