Aún recordamos aquellos botiquines de urgencia que Federico Eguía preparó en su última exposición en este espacio, cajitas metálicas que contenían grafismos y palabras, y que venían a paliar la convaleciente reserva de utopía cada vez más escasa en el plasma.

Fue reconfortante, pero ahora nos propone más, así es que alcancemos el ensueño de los amantes, el estado febril y vagabundeante de los que desean siempre más, y que desechan la posibilidad de la renuncia, pues se aferran al segundo que viven con pasión. Federico Eguía 'Quiere la Luna', y yo también.

Esta serie de pequeñas obras conjugan técnicas e intenciones, así por un lado recurre a su ya periódica tendencia neofigurativa, para con ello, representar escaleras al cielo, que se acompañan de punto de encuentro llenos de color. Por otra parte conceptualiza una idea sin ... pretender la mimesis, que quedaría ridícula e imposible, tan alejado del verdadero espíritu del arte que se adentra en el absurdo inteligente.

Pero Federico Eguía también incorpora, como en otras ocasiones, restos o partes de escritos o poemas, de forma que la expresión cifrada sirva de soporte para 'sus escaleras'.

Bella propuesta; sutil, ambiciosa, contundente y embrujadora.

El autor, fue 1º Premio de la 5º Bienal  'Rafael Alberola'. 2º Premio en la Triennale de Ferrara. Seleccionado en una treintena de Certámenes, como; 31º edición del 'Rafael Zabaleta', en el ciudad de Alcalá, en Lleida, en el Eugenio Hermoso, en Huelva, en Alicante, en Barcelona, etc...

Su obra se ha expuesto en galerías, como:, El Cuarto Simpático,  o Mirella Power. Y se ha visto en Ferias, como: Estampa en Madrid, Arcale en Salamanca, Sthml en Estocolmo, y en Oasis en Osaka.

Estuvo en la Muestra 'Maneras de hacer mundo' en la Rábida (Huelva) en 2002, en la de Arte español contemporáneo en el Tokyo Metropolitan Museum en 1998 y en el Vizcaya Museum de Florida, recientemente.

Su obra también está en el parque escultórico de Ademúz y en el del 'Valle de los Sueños' en Puebla de la Sierra (Madrid).