El MUV. Museo Virtual de la Fundación María José Jove y 12 Miradas llevan a la Ribeira Sacra el trabajo de cuatro jóvenes creadores gallegos: Andrea Dávila Rubio (Boiro, 1995), Carla Souto (A Coruña, 1994), Berio Molina (A Fonsagrada, 1979) y Marina González Guerreiro (A Guarda, 1992), y de la artista argentina Irene Kopelman.
Irene Kopelman fue invitada el pasado otoño por el MUV a realizar una residencia artística en Galicia con un trabajo de investigación sobre el carácter limnológico del río Sil, con relación a aquellos factores que determinan la evolución de su paisaje. Un estudio basado en diferentes estancias de observación y de registro sobre el terreno, que le permiten analizar algunos de los componentes identitarios del característico paisaje de las riberas del río Sil.
Coincidiendo con esta estancia, se realizó un taller en la Ribeira Sacra, en colaboración con 12 Miradas, en el que participaron Andrea Dávila, Carla Souto,...Berio Molina y Marina González. Juntos trabajaron en torno a la práctica artística de Kopelman a través de la observación del paisaje, dibujo, fotografía y textos. Durante las sesiones de dibujo, los creadores recorrieron senderos desde Boán hasta la aldea deshabitada de Chouzán, dando lugar a diferentes procesos creativos de análisis del entorno, interesándose no solo por las implicaciones paisajísticas, sino por aquellas otras derivadas de la construcción social del territorio.
A lo largo de los últimos 6 meses, Irene Kopelman ha estado en contacto con los artistas dando forma a los planteamientos surgidos durante el talle. Los trabajos resultantes, se presentan ahora en una exposición, incluyendo la intervención artística del espacio por parte de la artista argentina que, en referencia al paisaje local, realizará un mural.
La exposición se inaugurará mañana viernes, 6 de mayo, en San Cristovo de Mouricios (Chantada), coincidiendo con la apertura del nuevo espacio que la Galería Vilaseco abre en el rural, tras seis años trabajando sobre el territorio en la Ribeira Sacra, para continuar promoviendo el ciclo de acción cultural 12 Miradas, al tiempo que amplía sus proyectos de producción artística. El espacio se emplaza dentro de la finca "Os Casares", un proyecto polivalente que promueve el encuentro, el conocimiento desde la cercanía, los aprendizajes, y los intercambios culturales.
Marina González Guerreiro, presentará varias composiciones de azulejo esmaltado. Cada pieza, es para ella, parte de un puzzle que genera composiciones más grandes, actúan como elementos móviles que se fijan en un determinado momento. Este trabajo está basado en la técnica de la cerámica esmaltada, en el que la artista destaca la importancia del dibujo y la observación en el proceso.
Berio Molina, presenta “Frautas e fentos", unos dibujos que parten de la observación y la escucha de un paisaje sonoro.
“O proceso comeza a finais de outubro de 2021 cando realizamos a residencia con Irene Kopelman, no outono. Facía un pouco de vento e tanto nos momentos nos que o aire se movía a moita velocidade coma cando só se desliza polas superficies, modulaba as formas ao seu antollo, sobre todo as sonoras. Rozábase entres as follas, dobraba as herbas, colábase polos ocos... coma se toda a paisaxe fose unha frauta.”
Andrea Dávila Rubio, parte del concepto de afecto como ‘impresión’ que Sara Ahmed rescata de David Hume en su aportación al giro afectivo del pensamiento feminista más contemporáneo; Su obra S/T (2022) investiga la relación entre tacto, huella y afecto.
Carla Souto, presenta una instalación que lleva por título El suelo parecía sólido, 2022, formada por 12 esculturas vestibles hechas en metal y vestigios contemporáneos que aluden a la necesidad de continuidad en el tiempo, de cómo abrazar una emoción, de la intención de permanencia y el recuerdo del ser humano.
Entrada actualizada el el 06 may de 2022
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