El peligro que crearon las definiciones cuando aparecieron era el de simplificar la vida hasta casi el punto de ridiculizarla, fue por ese motivo que la realidad engendró una hija menor, la cual llamó Imagen, con el fin de que esta le robara crédito al espíritu de la definición burlona y ociosa.

De ese modo la imagen heredera de la vida perdura aun estando la muerte presente, como los jóvenes amantes en la pintura de Brueghel viejo. Que aunque el horror les asedie quedan impasibles y no hay esqueleto ni cadáver andante por execrable que sea que les pueda privar de la inmortalidad del acto bello. En boca de Eduardo Cadava lo que muere, se pierde y es llorado en la imagen.