La Fundación Antonio Pérez, desde su inauguración en 1998, tiene una sala dedicada a la obra gráfica de Antonio Saura, en la cual se recogen treinta grabados ente los que encontramos desde serigrafías y litografías hasta zincografías, junto con seis libros de artista.

La exposición que se muestra dentro de la programación de Ingráfica consiste en una selección de la obra gráfica de este artista que Antonio Pérez ha ido coleccionando desde que en 1956 iniciase su amistad con Antonio Saura en la ciudad de Cuenca. Un afecto que dio como fruto la colaboración habitual entre ambos, como es el caso de la carpeta 'Los Curas de Abril', con texto de Antonio Pérez y litografías de Saura; o 'Responsos', una de las publicaciones de la editorial Antojos, creada por Antonio Pérez en 1978 e inaugurada ese mismo año con esta obra, y que está formada por textos de ... José Miguel Ullán y doce serigrafías de Antonio Saura.

Lo que la Fundación expone en esta sala se va renovando periódicamente ya que se trata tan sólo de una parte del total de la colección de gráfi ca de Saura que se posee, fondos que habitualmente otras instituciones solicitan para la realización de exposiciones temporales. Igualmente, una parte de esos grabados forman parte de la colección permanente que la Fundación Antonio Pérez ha destinado a su Museo de Obra Gráfica de San Clemente (Cuenca).

La obra gráfica en la trayectoria artística de Antonio Saura ocupó un lugar muy importante: fue uno de los pocos artistas que durante el tiempo en que formó parte del grupo El Paso (1957-1960) inició su experimentación en el ámbito de la obra impresa. Una investigación que se vio incrementada llegando al mismo ritmo frenético de creación que caracterizó la obra pictórica de este artista. De hecho, otorgó la misma importancia a ambas: para Saura era igual de importante el papel que el lienzo, hasta el punto de que la temática tratada va a la par en su pintura y en la obra impresa. Una de las primeras técnicas con las que Saura experimentó fue la litografía, pasando posteriormente a la zincografía, y, finalmente, aunando las dos, aunque también utilizó otras técnicas como la serigrafía, aguafuerte y aguatinta.