La botánica, y en general la naturaleza, han sido una constante fuente de inspiración para Carlos Arnaiz. En esta nueva serie de obras el artista vuelve a su fascinación con las formas florales o dendrológicas. Arnaiz no representa de manera milimétrica la flor, la hoja o la semilla, el árbol o la planta; pero es fácil percibir en su morfología barroca y suntuosamente colorida el espíritu "natural" que las anima. El pintor no copia literalmente la flor o la planta, éstas le sirven más de inspiración que de modelo; recrea y descompone las formas hasta conseguir una síntesis singularmente pictórica que funciona de manera alusiva, metafórica, ornamental. La obra de Arnaiz a través de su uso audaz del color y la sinuosidad de su dibujo trasmiten una fuerte sensación de energía y vitalidad. La exposición está constituida por óleos y acrílicos de mediano y gran tamaño sobre tela y papel. Asimismo se verá una serie reciente de pinturas sobre madera de 60 x 60 cm.