En las colecciones de Patricia Phelps de Cisneros hay un conjunto extraordinario de piezas quizás menos conocidas que el resto de las obras que la conforman y que, sin embargo, narran una parte fundamental de la visualidad en el continente americano: la fascinación y la curiosidad que los viajeros europeos y estadounidenses sintieron frente a la exuberancia de los paisajes latinoamericanos. Es más, hasta el comienzo de las “escuelas nacionales” en América Latina a finales del siglo XIX, se podría decir que fueron estos artistas viajeros los que dieron cuenta de esa imagen americana que encendería las imaginaciones desde las expediciones en las cuales participó el pintor barroco Frans Post, dos de cuyos preciosos paisajes forman parte de la colección Cisneros, hasta los recorridos de Alexander von Humboltd.
El precioso conjunto que se expondrá –conformado unas 150 piezas entre pinturas, dibujos, estampas, mapas, libros y fotografías– refleja, así, la curiosidad y...hasta las perplejidades que los volcanes, las selvas, la vegetación, las costumbres tan diferentes… despertaron en unos ojos europeos entrenados en el rigor de la pintura academicista que aspiraba a construir un mundo en orden, justo lo contrario que esta naturaleza poderosa e inesperada. Pese a todo, los artistas trasladaron a sus representaciones de esas escenas y los paisajes nunca antes vistos, “exóticos”, las grandes categorías estéticas que establece el siglo XVIII.
Entrada actualizada el el 31 ene de 2020
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