Esa falta de estridencia, esa naturalidad nada forzada, es una de las cuestiones que más aprecio en el trabajo y en la forma de ser de Pía, como muchos de sus convecinos, son de una pieza con su tierra, sus costumbres, en ocasiones pueden parecer un poco arcaicos, porque las modas si nos las sienten, no disimulan nada su indiferencia, pero a la vez tienen esa naturalidad, ese ser de una pieza que tiene mucho valor hoy en día cuando los disfraces y las conchas de caracol son tan comunes en la comunicación de la comunicación y los discursos. Es el tópico de la cabezonería navarra, que en no pocas ocasiones ellos se ríen y se jactan de que efectivamente, ése es unos de sus rasgos de identidad y a mucha honra, porque no es tanto un defecto como una virtud o cualidad.

El amor por su pueblo natal (Cintruénigo / Navarra) es indiscutible, plasmado en obras como las de la vendimia (vindimia), o en calles y lugares pintorescos de esta localidad. Además de plasmarse este enamoramiento en su trabajo pictórico, al hablar con ella se hace manifiesta esta pasión por las cosas de su tierra, y más cuando la vida te llevan profesionalmente a abandonar el lugar donde naciste por el lugar donde te desarrollas y maduras. en muchos de sus cuadros , sobre todo, claro está, los de los últimos años y siguiendo una cierta estética muy actual se representa el espacio "roto", discontinuo, mezclado, es lo que en nuestro argot llamamos: discontinuidad narrativa o eclecticismo, todo ello típico de la postmodernidad, no sólo en el mundo de la imagen … pictórica. Nuestro entorno con sus bulimias informativas (bombardeos publicitarios, seriales, películas, etc ) se presenta fragmentado. Nuestros canales de televisión y nuestro afán u "obligación" de hacer zaping desencadenan en el espectador un muestrario poliédrico de la realidad, con noticias muy dispares, difíciles de digerir, por el shok o brevedad y las diferencias abismales en los tipos de noticias. La prensa escrita adolece de lo mismo. Esto hace que nuestra interpretación de esa realidad se vaya haciendo o adaptando a la formación de una nueva mirada. La mirada de Pía no podía ser una excepción, es actual y postmoderna, plantea ese eclepticismo formal del espacio y de la interpretación, e introduce otros lugares que van enriqueciendo su visión del mundo, con ejemplos en los cuadros de Lisboa, el País Vasco (Elizondo, Igore, Artea, etc). Pía es muy joven y muy trabajadora, esperamos todo de ella.