La reflexión en torno a la comunicación significa una constante en la obra de Hildegard Hahn. La artista, afincada en Canarias desde hace más de 35 años, nos ofrece una ingente producción de signos, símbolos, caracteres, datos y huellas a través del dibujo, la fotografía, las instalaciones o el vídeo.

Así, Hahn nos brinda un mapa que nos orienta en un viaje por los inicios de la escritura; por la arqueología de la comunicación, por las posibilidades de la naturaleza para crear nuevos signos y nos permite surcar los límites entre el pensamiento y el propio gesto de los trazos plásticos.

Para la artista, la imagen realiza las mismas funciones que la palabra. La imagen es su método de expresión. El espectador interpretará/leerá su obra y, aunque no entienda su lenguaje plástico, deberá sacar sus propias conclusiones, porque, como acertadamente indica Hildegard Hahn, ... el arte, más allá de la belleza de las formas, debe comunicar las reflexiones y los sentimientos del artista, utilizando la imagen en vez de la palabra.

Su sistema de producción le lleva a crear un ingente archivo creativo. Un archivo realizado desde sus propias vivencias que le conducen a identificar, clasificar y registrar momentos vividos, viajes realizados o piedras recolectadas. Pero en este caso, no es la experiencia del registro su principal motivación sino reflexionar sobre la incapacidad de la sociedad actual para comunicarse y la capacidad del arte para transmitir las ideas de sus creadores.