Tras las cortinas de niebla (abullonadas, nítidas, frondosas) se esconde un mundo con luz propia. Quien observa la niebla, se adentra en el más frondoso laberinto de los sentidos. Y quien se deja vislumbrar tras ella se apacigua, se serena, se deja llevar por la fuerza de la naturaleza, y hasta pudiera desbocarse y confundirse con una yegua blanca, un perro solitario, una oveja o esa vaca triste entre las brumas.
Se corre la cortina de niebla y comienza el juego visual. Las luces apagadas, el último brillo como el último canto de un gallo en la espesura. El otoño se revuelve con la pura primavera. Las carreteras cercenan los viejos caminos. Sus flechas indican que hay un mañana quizá no tan interesante como ése que se alza bordeando los montes.
A pie de cerro, la manada de caballos susurra al prado. En
... las alturas, una manada de nubes cae abrazando a las nieblas, oscureciendo lo nítido, creando sus propias barreras.
Tras la niebla, o rodeado de ella, la lente que todo quiere verlo.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
Infórmanos si has visto algún error en este contenido o eres este artista y quieres actualizarla. O si lo prefieres, también puedes ponerte en contacto con su autor. ARTEINFORMADO te agradece tu aportación a la comunidad del arte.
Suscríbete al canal y recibe todas las novedades.
Recibir alertas de exposicionesMadrid, España
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Museo Guggenheim Bilbao / Bilbao, Vizcaya, España
Suscríbete al canal y recibe todas las novedades.
Recibir alertas de exposiciones