Nos propusimos revisitar el género popular de la cumbia con letras que hablan de la rutina emocional de un grupo de mujeres perdidas en la ciudad y de la amistad entre ellas (que poco a poco, justo en estos mismos años fue mutando en el concepto tan fundamental de sororidad) como estrategia de vida frente a la adversidad del mundo. La banda dejó, lamentablemente y a pesar nuestro, de existir pero a la hora de volver a ver los dibujos que conforman "Final de fiesta", me parece de repente que un proyecto parecido anima la obra de Carla y que ella sigue a su manera un camino compartido juntas durante ese tiempo. Con recursos acotados y precisos (líneas claras, una paleta muy definida y exagerada: mucho rosa, mucho verde, un toque de naranja, algo de negro), siempre buscando armonía y equilibrio en la composición, con repeticiones de motivos que, al...igual que los arreglos de un tema musical hecho para hacer bailar, nos atrapan y obsesionan, ella es la que nos consuela y acompaña, nos invita a fantasear e imagina para nosotras, y, al fin, para cualquiera que se hunde en su mundo dibujado, un final de fiesta diferente. Compartimos con ella este momento nuevo, donde algo se está terminando y algo tiene ganas de empezar, un momento sin nombre, sin reglas de conducta, ni convenciones agobiantes: en los dibujos de Carla nos libramos de la perspectiva, del respeto de las escalas, de los códigos académicos de la representación. Estamos en una duermevela alucinada, donde se cruzan las visiones más amables y algunas más inquietantes, así como los animales más dulces conviven con los cuervos más negros, y donde nos entregamos a la sorpresa, entre las fiestas de ayer y las de mañana.
Entrada actualizada el el 26 nov de 2019
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