Descripción de la Exposición
La palabra “goo” —en inglés sustancia viscosa o indefinida— es una metáfora de la materia en continua transformación: un estado en el que todo empieza a deshacerse para abrir paso a nuevas formas, nuevos territorios y nuevos horizontes. En esta exposición De Nuria Mora (Madrid, 1974) todo se articula en torno al impulso de transformación, el deseo de cambio, el concepto de riesgo y los retos individuales como motores esenciales del proceso creativo. Explorar es trazar mapas personales, construir un lenguaje propio dentro de la incertidumbre.
Desde sus primeros trabajos, la artista ha mantenido un diálogo constante con la ciudad y el entorno urbano, articulando una práctica site-specific que activa el espacio como territorio de experimentación, donde la instalación se convierte en una herramienta fundamental de relectura del paisaje y la transformación del espacio público en una excusa para explorar el movimiento y la aventura como formas de intuición y riesgo.
La pieza central de la exposición, una gran instalación site-specific realizada con cerámicas, esponjas, cuerdas, objetos encontrados, alambres y elementos orgánicos —que hacen referencia a los restos de un naufragio que descansan en el fondo del mar—, rinde homenaje a ese proceso de erosión y cambio, donde los restos no son pérdidas, sino tesoros. La belleza de lo fragmentado tras un naufragio adopta siempre una nueva forma. Lo que queda, aunque roto, es un tesoro único y precioso. Formas que evocan a pecios marinos, criaturas desconocidas, océanos profundos y tierras lejanas. Esta instalación se construye a partir de fragmentos recogidos en la calle, de los que se hicieron nuevos moldes, junto con otros rescatados de una antigua fábrica de muñecas de porcelana abandonada, piezas modeladas por la artista, alambres y cuerdas. La combinación de estos elementos —cada uno con su propia historia— simboliza la creación de una nueva realidad a partir de fragmentos del pasado, recuperando y transformando lo roto en algo completamente nuevo. La belleza de la imperfección no reside en lo perdido, sino en lo que permanece y se suma. Como los pecios que se funden con su entorno, las heridas de la vida se integran en la vida cotidiana, transformándose en una nueva realidad. Historias de supervivencia pero también de posibilidad de renacer. Un recordatorio de que, incluso tras la tormenta más devastadora, algo bello puede surgir de los restos.
Formación. 30 oct de 2025 - 11 jun de 2026 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España