Gonzalo Quicler Veiga nace en Vigo (Pontevedra). La presencia de este artista comienza en 1998, cuando participa en el certamen Arte Xove Gallega y es seleccionado, el mismo año, en la segunda edición del 'Salón de Otoño' convocado por la Real Academia Gallega de Bellas Artes, en La Coruña. El siguiente año participa en la muestra 'Finisterrae', que constituyó una propuesta de la última Arte Gallega, y estuvo presente en la colectiva de grabado de la galería Alameda de Vigo.

También en la colectiva del Eje Atlántico del 2000 está presente, y su obra recorre diversas ciudades y villas de Galicia y Portugal, en Viana do Castelo obtuvo su primero galardón.

La condición de grabador se manifiesta en la pintura de Gonzalo Quicler, que es totalmente informalista. Preocupado por las texturas, su gamma neutra, en ocres, sepias, verdes ... tenues, es muy efectiva.

Un geometrismo latente, más que presente, configura la composición, en la que se inscriben polígonos irregulares, entre renglones cruzadas que sugieren sensaciones de muros descascados o emborronados, sin grumos, lejos de tópicos tan reiterados como dio esta tendencia plástica. Al contrario, la composición está medida, calculada, mezclando muy bien las manchas intensas con las suaves y las formas geométricas con las sugerencias magmáticas, dentro de una expresión vital, de fuerza interna, que emerge al fin y anula cualquier frialdad posible.