“Lo más bello que podemos experimentar es el Misterio, fuente del verdadero arte y la verdadera ciencia.” Albert Einstein
La muestra pretende sumergir al visitante en el concepto de Código Orgánico acuñado por la artista Macu Morán en los albores de su praxis artística. Según su hipótesis, este canon orgánicamente abstracto es la esencia de la belleza, de la matemática y de la ciencia, y rige nuestra existencia unificando la realidad visible, siendo, en última instancia, el verdadero catalizador del Multi-Universo, transgrediendo los umbrales de la comprensión racional actual.
En un esfuerzo por ilustrar esta hipótesis, propone la serie de obras Vida en otra Tierra, concretamente en el planeta Kepler-186f, recientemente descubierto y considerado el primo de la Tierra por sus similitudes vitales. Las obras son fotografías de nuestro planeta, tomadas en lugares muy distantes, manipuladas analógica y digitalmente con fractales, texturas, prismas de luz y capturas microscópicas y macroscópicas, construyendo una...alegoría visual de este mundo paralelo.
Este código ha sido ilustrado en la geometría sagrada de las mandalas Budistas, así como en el arte psicodélico de la contracultura de los años 60, ya que es visualizado cuando la glándula pineal produce Dimetiltriptamina (DMT), o molécula espiritual, en estados alterados de consciencia como los producidos por psicotrópicos, rituales de meditación trascendental y experiencias cercanas a la muerte. Un código muy presente en culturas pre-lógicas, con formas de pensamiento de la corteza límbica, cuya emotividad permitía una fusión mística del mundo interior y el exterior.
Obsesionada con capturar ese orden etéreo que estructura la coherencia, sus obras difieren en técnicas y formas, pero se mantienen fieles a un marcado estilo, amante de sutilezas tan complejas como la personalidad de los colores y aliado de la luz, su pincel condescendiente. Las crecientes posibilidades que ofrecen avances tecnológicos y nuevos materiales alientan la naturaleza curiosa y reflexiva de la artista y le permiten producir experiencias de gran riqueza sensorial.
Deambular entre sus expresiones nos permite vislumbrar un efecto especular que permite advertir el todo en el fragmento y el fragmento en el todo, percibiendo las pautas del código orgánico y de la proporción áurea, y asombrarnos cándidamente por la armonía, el equilibrio y la simetría que el ingenio de la naturaleza nos brinda en este y otros ámbitos de nuestra existencia.
La muestra también incluye el video LifE=mc2 que identifica Vida con Energía, manifestando que la vida no se crea ni se destruye, sino que se transforma, lo que valida científicamente fundamentos ontológicos de nuestra civilización, como la reencarnación, tan remotamente considerados hoy en día.
Ahora que los físicos cuánticos se interesan por la espiritualidad budista, intentando predeterminar la inconcebible actitud de los neutrinos, este Código Orgánico cobra gran importancia al comprender en sí mismo la consciencia universal, identificando al observador con el observado.
Inspirada en el cruce de caminos entre arte, ciencia y espiritualidad, la artista apela al instinto y a la sensibilidad como vías de percepción de realidades superiores, precursoras de la evolución de la especie.
La muestra abruma a la ciencia con su generosa imaginación, entrelazando imágenes lumínicas de corte estético y trasfondo sociológico, en un jardín de esferas, luces, colores, curvas y cortes, que se nos presenta cercano y nos envuelve en una frecuencia tan real como abstracta. Para ello articula con minuciosidad elementos visuales y sonoros, que comulgan con la universalidad de sus ideas, tratando de desvelar las coordenadas de actividad galáctica y las energías centrípetas que definen nuestro particular destino.
Su empeño por crear realidades alternativas siguiendo el continuum vigente en el microcosmos y en el macrocosmos, inherente a la lógica pero de índole incorpórea, y descubrir apasionantes conexiones al trasladarlo a la dimensión social, hace de ella una perspicaz artista, comprometida con el desarrollo poliédrico de las capacidades cognitivas del ser humano contemporáneo.
Macu Morán co-crea buscando la validez cósmica, por lo que será fácil dejarse seducir por su empatía formal con la naturaleza y embarcarse en su elucubrada fantasía, rumbo a sugerencias fascinantes y sensatas melodías para los sentidos.
“Los ojos del alma se abren y el espíritu se llena de claridad. El espesor del amor que flota en los campos electromagnéticos te embriaga. El flujo cósmico fluye por tus venas. Vislumbras la verdad. Estás segura de que pase lo que pase, pasa lo que tiene que pasar, y además es clave.“ Macu Morán
Entrada actualizada el el 11 feb de 2016
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