A través de una cuidadosa selección de 30 obras (entre pinturas, esculturas y cerámicas), la muestra se propone recuperar y difundir el arte de un gran creador catalán que quedó en el olvido tras su partida a París, en el año 1959. Sin embargo, poco después su producción sería considerada como una de las más vanguardistas del momento. La exposición enfatiza la producción realizada en su feliz debut barcelonés, así como etapas posteriores a París; un trabajo sorprendente y desestabilizador, caracterizado por la excelencia en el tratamiento de la materia (en el arte refinado de yuxtaponer cuerdas, tapices, arenas con el color...) y la contundencia del signo plástico.