Con una cámara fotográfica digital, lejos del ojo, detecta presencias plásticas en objetos que esculpe, diseña o dibuja, y que luego pinta e ilumina, o bien cubre de barnices aplicados con maquinaria industrial sobre soportes acrílicos de uso publicitario para exteriores urbanos, inventando sobre ellos y de la forma más sencilla, atmósferas y sensaciones, en busca de lo emocionante. Una exposición con fotografías de gran formato, en la que nos revela, con cierta ironía, sentimientos como la melancolía, la levedad del entorno, la presencia de lo evanescente que rodea al ser humano, de forma imaginada, a veces onírica, a veces dramática, aunque siempre esperanzadora.