LA JOYERÍA DE VICENTE GRACIA

Vicente Gracia, nació hace cincuenta y un años en una ciudad mediterránea, crisol de civilizaciones, y de riquísima tradición orfebre, Valencia. Allí, en el taller de su padre, descubrirá la magia del trabajo artesanal, quedando fascinado por este sublime arte, así como por el color, la luminosidad, la textura, el singular simbolismo, de las piedras preciosas.

Sus estudios en el campo del diseño se centrarán en profundizar en el conocimiento de materiales como el oro, la plata, gemas, andalucitas o rutilos, con los que trabajará con especial dedicación y esfuerzo, poniendo en esta labor todo su sentimiento; de ahí que el fruto de su entrega, del amor por su profesión, sea una obra artística, de una calidad excepcional y una carga intelectual tremenda. Su aproximación espiritual al mundo de las joyas hace que ... sus delicadas y elegantes piezas sean pura poesía visual. Acercarse a éstas, interpretar su particular mensaje alegórico, descubrir la metáfora que asoma en cada una de sus formas, el secreto que encierran, puede ser una experiencia trascendente, incluso mística o filosófica. Al fin y al cabo la función de los diamantes, con sus supuestas propiedades, siempre ha sido acercar al hombre a lo divino, a lo extraordinario.

Por eso el joyero, ha sido considerado como una especie de alquimista, de hechicero nigromante, capaz de alcanzar o conducir a la iluminación, el verdadero tesoro; de curar y purificar el alma humana.

Motivos tan sugerentes como la Ninfa de las naranjas, la Dama dels peixets, el Ave del paraíso o el Árbol de la vida, nos muestran su clara inspiración oriental, revelando su capacidad para unir todas las orillas del Mediterráneo, como lo hicieron los mercaderes valencianos. Precisamente este vetusto y fascinante mar, las culturas que lo abrazan, serán su principal estimulo creativo.

En sus colecciones, únicas, mostrará sus hondas raíces españolas, rescatando, al margen de la tradición cristiana, la herencia árabe, fenicia, grecolatina o judía siempre presentes.

Vicente es unánimemente considerado como uno de los artistas más representativos del diseño español, siendo destacado por 'Vogue Giogello' como uno de los veinte joyeros más prestigiosos del mundo. Ganador de diferentes premios como el Premio Nacional de Joyería o el Premio Internacional de Joyería Ciudad de Valencia, entre otros. Por otra parte, la firma cuenta con su propio espacio en Valencia y lugares tan emblemáticos como Barney's New York, CoutureLab en Londres y Octium en Kuwait. Además ha sido seleccionado por Christie's para mostrar sus piezas en el Art Jewels de Dubai asi como en SouthKensington en Londres, sus obras han sido adquiridas por coleccionistas de todo el mundo,incluyendo a actrices como a la canadiense Andy Macdowell entre otras o varias casas reales... Ademas de haber sido seleccionado por publicaciones como The collectors guide de Quintiessentally propiedad de Tom Parker-Bowles para sus exclusivos table-books o sus exposiciones en lugares tan especiales como en el lujoso hotel Burj al arab en Dubai.

LA GRACIA Y EL GOZO

Si la principal inquietud de nuestro artista ha sido recuperar el significado que los metales y las gemas, han tenido a lo largo de la historia o la elección exhaustiva de unos materiales emblemáticos, al margen de su valor mercantil o de inversión en un momento dado; no es de extrañar la facultad de sus piezas para transmitir un optimismo, un aliento y una vitalidad que no es sino su propio entusiasmo, su personal emoción por la vida, de propiciar un exclusivo júbilo o 'gozo', que es, en realidad, el término de donde procede la palabra 'Joya'. Al margen de la eficacia estética de la obra de nuestro artista, sin duda, la extraordinaria capacidad de sus insólitas piedras para irradiar armonía, alegría, ingenio o conocimiento, a través de la belleza y la perfección, será su principal virtud. El principal valor de su obra será pues su vigor, su eficacia, su encanto, su distinción, su aire desenfadado, su GRACIA.