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ARTIUM, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, presenta la exposición VideoStorias, una particular revisión del videoarte español de los últimos cuarenta años a través de la obra de más de setenta artistas, más del 50 por ciento mujeres, y con especial hincapié en la última década. La muestra se articula a través de cuatro posibles recorridos que atienden al interés por el individuo, por lo político, por lo tecnológico o por la conexión con otros lenguajes artísticos. Las líneas que marcan estos recorridos se entrecruzan en determinadas obras, lo que permite al visitante 'transbordar' y cambiar el destino, como en una línea de metro. Comisariada por Blanca de la Torre e Imma Prieto, la exposición dispone de un catálogo de diseño especial con diversos textos y las fichas de cada una de las obras expuestas. ARTIUM ha programado, entre otras ... actividades en torno a VideoStorias, un ciclo de conferencias en el que participarán Antoni Mercader, Eugeni Bonet, Guadalupe Echevarria y Gabriel Villota. VideoStorias es una producción de ARTIUM con el patrocinio de Euskaltel, Gobierno Vasco y Diputación Foral de Álava.

VideoStorias no plantea un recorrido único, lineal, estrictamente cronológico por la historia de la videocreación española desde sus inicios hasta la actualidad, sino que, al contrario, la exposición permite -y en cierto modo exige- al espectador crear uno o varios itinerarios que le conducen a un final que el propio visitante puede elegir.

Organizada en torno a cuatro ámbitos temáticos (Teknés, Sujetos, Políticas e Híbridos) y con evidentes referencias a Rayuela de Julio Cortázar -explícitas en la edición del catálogo de la muestra-, el espectador sigue los itinerarios marcados con líneas de colores pero, puesto que los ámbitos marcados no son en absoluto excluyentes, salta -o transborda- con naturalidad de un contexto a otro, como si se tratara de las diferentes líneas de una red de transporte público.

El espectador se encuentra a la llegada con la necesidad de elegir el color de la línea con la que iniciar su trayecto sobre el videoarte español: azul, verde, rojo o amarillo. A lo largo del recorrido se encontrará en cruces de líneas con obras que comparten dos o más ámbitos; algunas comparten tres estaciones, como Indian Circle, de Eugènia Balcells (1981), Estrecho Adventure, 1996, de Valeriano López (1996) o 2000 Volts, de Guillem Bayo (2004), y algunas son cruce de al menos dos líneas. En estos cruces, tendrá la opción de cambiar de línea o seguir por la misma.

Teknés, Sujetos, Políticas e Híbridos

La línea azul corresponde al ámbito del Teknés (lo tecnológico). Siguiéndola el espectador puede asistir a una de las posibles historias del vídeo en España, puesto que esta 'ruta' sigue un itinerario cronológico ligado al desarrollo tecnológico y a la evolución del soporte como medio de expresión artística. Aquí el espectador encuentra las imágenes que ha sido posible recuperar de la que se considera una de las primeras piezas de videoarte en España, Primera muerte, de Àngel Jové, Antoni Llena, Sílvia Gubern y Jordi Galí (1970). También en la misma línea es posible pararse en obras de Eugeni Bonet (V2, 1973), Maite Ninou (Revival Solitary, 1980), Ignacio Pardo (Tránsito, 1988), Sergio Prego (Tetsuo Bound to Fail, 1998) o María Cañas (El perfecto cerdo, 2005) e incluso cambiar de línea tras detenerse en piezas de Antoni Muntadas (Cadaqués Canal Local, 1974), Iñigo Salaberria (La noche navegable, 1993), Txuspo Poyo (Delay Glass, 2007) o Eugenio Ampudia (Collectors, 2009), entre otros.

La ruta verde, Sujetos, recorre los géneros de retrato y autorretrato y lo relacionado con la denominada 'mirror image' (la imagen del espectador como un reflejo de su paso por la exposición). A través de una mirada hacia dentro o hacia fuera del propio artista, en este ámbito pueden verse trabajos sobre cuestiones como el género, la comunicación (o incomunicación) y la fragilidad y vulnerabilidad del ser humano. Obras de Francesc Torres (Imitation of Myself, 1974), Alicia Framis (Before Your Name, 1998), Ruth Gómez (Animales de compañía, 2005), Pilar Albarracín (She Wolf, 2006), Eulàlia Valldosera (Interviewing Objects, 2008), Mabel Palacín (Hinterland, 2009), Ángeles Agrela (Entrevista, 2010), Jordi Colomer (The Istanbul Map, 2010), Cristina Lucas (La Liberté raisonnée, 2010), o Carles Congost (Bad Painting, 2011), son estaciones dentro de esta línea.

El recorrido marcado por la línea roja es el de las Políticas. El vídeo ha sido siempre un soporte que ha permitido al artista tejer una serie de discursos políticos, enfocados hacia lo social, y dibujar un paisaje que va desde las posturas más pesimistas hasta las utopías más radicales. Artistas como Colectivo Video Nou (Vaga de benzineres, 1977), Txomin Badiola (EAE. Acción en el museo, 1983-2001), Daniel García Andújar (Technologies to the people.

'Postcapital. Archive Project'. Black Box, 2006), Fernando Sánchez Castillo (Pegasus Dance, 2008), y el colectivo Democracia (Ser y durar, 2011), entre otros, se encuentran en esta ruta.

Finalmente, la línea amarilla, Híbridos, marca la conexión del videoarte con ámbitos de la creación cercanos pero diferentes, y muestra los múltiples diálogos que mantiene con otros lenguajes tales como la danza, la música, la performance, el videojuego, la escultura o el videoclip, entre muchos otros. Concha Jerez (OSNABRÜCK: OSNABRÜCK, 1988), Joan Morey (F_TERROR* ism par STP (Fucking Fashion Rules), 2002), Itziar Okariz (Thanks, 2004), Guillem Bayo (2000 volts, 2004), Eugenio Ampudia (Collectors, 2009), Dora García (Insulto al público: adaptación, 2009), Daniel Canogar (Dial M for Murder, 2010) o PSJM (La isla de hidrógeno, 2010), se encuentran en esta ruta de VideoStorias.

Haya elegido el recorrido que haya elegido, el espectador aún tiene un elemento más de decisión que le permitirá determinar el final de su historia con el videoarte: una última parada, titulada Próxima estación, está planteada como un espacio de vídeo a la carta en el que podrá visualizar vídeos que no están presentes en ninguno de los recorridos principales. De esta manera, el término de la exposición es un final abierto y sin conclusiones categóricas, que es, en cualquier caso, una de las pretensiones de las comisarias.