La capilla que el artista Miquel Barceló ha construído, desde 2002, para la catedral de Palma de Mallorca, se inaugurará, finalmente, el próximo mes de febrero. El trabajo realizado (las primeras fotos se han publicado en el libro "La Catedral bajo el mar" de Círculo de Lectores), uno de los mayores encargos privados españoles a un sólo artista, ha exigido una inversión superior a los 3,5 M. de Euros, de los que los 2,5 primeros fueron aportados por la Fundación Art a la Seu y el resto por el gobierno balear y el ayuntamiento de Palma.

La intervención llevada a cabo ha supuesto la creación de una superficie cerámica de aproximadamente 300 m2 que recubren la casi la totalidad de los muros de la capilla gótica situada en la cabecera de la catedral. Cinco vitrales de 12 metros de altura e iluminados en tonos de grisalla contribuyen a sugerir el simbolismo de la luz marina integrándose en el espacio gótico. Asimismo Barceló ha diseñado el mobiliario litúrgico de la capilla, realizado en piedra local de Binissalem y compuesto por altar, ambón, silla presidencial y dos bancadas. La obra estuvo paralizada casi un año por falta de financiación, hasta que, a finales de 2005, el Govern balear y el Ayuntamiento de Palma se comprometieron a financiar su conclusión (otro millón de euros, incluído en el presupuesto total de 3,5 M.), a la que, en ese momento, le faltaba la instalación de los vitrales y la iluminación.