La Bolsa europea ha caído más del 15% en cinco semanas y la de Japón ha cerrado el mes de enero con sus peores cifras de los últimos 25 años. El temor a una recesión en Estados Unidos y la falta de fé en la propia economía ha llevado a los inversores a retirar masivamente sus fondos de la renta variable. En el mercado inmobiliario no para de crecer el número de propiedades sin vender. Cabe preguntarse, pues, dónde está yendo la liquidez que abandona los mercados tradicionales.

Parte de la respuesta la encontramos en un mercado más tradicional aún: el de las materias primas y los bienes tangibles. El precio del oro supera ya los 900 dólares por onza y los analistas lo ven de aquí a fin de año en 1.200 dólares, a pesar de que los bancos centrales están liquidando sus reservas a un ritmo de 60 toneladas mensuales. Otros metales como el cobre y el paladio rondan también sus máximos históricos, como los futuros sobre petróleo, que duplican los de la Guerra del Golfo.

Ésa podría ser también la explicación de que la crisis financiera mundial no se esté dejando sentir en el mercado del arte. Christie´s ha facturado 298 M. de euros en sus primeras subastas de arte moderno e impresionista de febrero, muy por encima de las previsiones. Su principal competidora, Sotheby´s, lograba 194 M. de euros, la cifra más alta de toda su historia en Europa.

2008 ha comenzado de manera muy similar a como terminó el año pasado: con absoluto predominio del arte contemporáneo y con los maestros expresionistas pisándole los talones a Picasso. En las subastas de Sotheby''s de la semana pasada en Londres triunfaron Franz Marc y Alexei von Jawlensky. El primero pulverizó su propio record con ‘Caballos pastando III'', que duplicó la estimación inicial de la sala (16,4 M. de euros). De Jawlensky se colocó en 12,6 M una obra que ya fue subastada en Nueva York hace cuatro años, ‘Schokko con sombrero ancho rebosante''. Entonces costó poco más de 6 M.

Las subastas de Christie´s confirman esa excelente acogida que últimamente dispensan marchantes y coleccionistas al expresionismo alemán y austríaco. Una colección de ocho obras de Egon Schiele se vendió por un total de 15,6 M. de euros y un triple desnudo femenino de Karl Schmitt-Rottluff se adjudicó por algo más de 4 M, otro récord mundial para el artista. ‘Tríptico 1974-1977'', de Francis Bacon, estuvo también a punto de superar la marca de su autor (36,27 M. de euros). Pintado a raíz del suicidio de su amante, es una de las obras más interesantes del artista británico y terminó adjudicándose en 35,2 M. de euros, lo que la convierte en la obra más cara que se haya vendido nunca en una subasta europea.

Otra pieza que ha superado ampliamente su precio de salida es ‘La Lectrice'', retrato de Dora Maar pintado por Picasso que se vendió por casi 10 M. de euros. ‘El Palco'' de Renoir triplicó el precio estimado con 9,4 M. y un óleo de Giacometti titulado ‘Buste'' fue adquirido por 7,5 M., el doble de la estimación inicial y segundo precio más alto pagado jamás por una pintura del escultor suizo.

Gerhard Richter ha batido también su propio record con ''Zwei Liebespaare'' (9,7 M. de euros), al igual que Lucio Fontana con ‘Concetto spaziale, Attessa'' (9 M de euros). Récords fueron igualmente las adjudicaciones de ‘L´Ouled Naïl'' de Kees van Dongen (7,5 M) y tres piezas más de Max Ernst, Natalia Goncharova y Gabriele Münster.

El presidente de Christie´s en Europa, Jussi Pylkkänen asegura que el Arte está actuando como "valor refugio en tiempos de turbulencias". El director ejecutivo de Sotheby''s Internacional, Robin Woodhead, cree además que "el éxito de las subastas de arte impresionista y moderno de estos días demuestra que el mercado quiere calidad sobre todas las cosas". Seguramente quiere también confianza.