Desde ayer, y hasta finales del mes de septiembre, en el madrileño Museo Thyssen-Bornemisza, se puede visitar una completa retrospectiva de la carrera de Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936), con piezas de los últimos veinte años y también otras que llegan directamente de su estudio, que suponen casi la mitad de las 130 obras exhibidas. Además, se podrán comtemplar otras que van dando paso a la producción más lejana en el tiempo, hasta los años cincuenta. La muestra está comisariada por su hija, María López, y el conservador jefe del museo, Guillermo Solana. Fue Solana quien, según explica en una reciente entrevista en el diario El País, le propuso esta exposición: "El proyecto nació al recibir el Premio Velázquez, que conlleva una exposición en el Reina Sofía. Desde la antológica que el museo me dedicó en 1993, no había mucha más obra terminada. Guillermo Solana me propuso hace más de tres años hacer la muestra con obra nueva, pero con saltos en el tiempo. De hecho, hay dos cuadros de 1953, dos trabajos inspirados en Tomelloso. Si no hubiera sido así, la exposición sería muy pequeña... A lo mejor no habría estado mal... Cuando las cosas se programan con tanta antelación, me equivoco siempre. Creí que iba a tener más obra reciente para mostrar".

La exposición se produce después de que, tras la concesión del Premio Velázquez de las Artes Plásticas, en 2006, tuviera la posibilidad de exponer en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), lo que no ha hecho hasta el momento. Lo hizo antes, en 1993 y tras una agria polémica, en una muestra que en los tres meses que duró fue visitada por 325.000 personas. En la actual muestra no hay un orden cronológico, el recorrido va hacia adelante y hacia atrás en la obra de Antonio López quien, como queda patente, está activo y trabajando, lo que se refleja en las salas, donde conviven de manera equilibrada la pintura, el dibujo y la escultura, los tres géneros que ha cultivado a lo largo de su carrera. Tras su presentación en Madrid, que cuenta con el patrocinio de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado S.A., la exposición podrá verse, en una versión algo más reducida, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, del 10 de octubre de 2011 al 22 de enero de 2012.

Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) tuvo una temprana vocación por el dibujo, influido también por su tío, el pintor Antonio López Torres. Eso le llevó a que en 1949 se trasladara a Madrid para preparar su ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde permaneció hasta 1955, coincidiendo con diversos artistas como Enrique Gran, Amalia Avia o Lucio Muñoz, con los que formó la conocida como Escuela de Madrid. Gracias a una beca, viaja en 1955 a Italia. Tras terminar los estudios realizó sus primeras exposiciones individuales en Madrid en 1957 y 1961. En esos años trabaja tanto en la capital española como en Tomelloso. En 1961 se casa con la pintora María Moreno y, en 1962 y 1964 respectivamente, nacen sus dos hijas, María y Carmen. Desde este último año hasta 1969 fue profesor encargado de la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Entre los premios recibidos destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1985 y el Premio Velázquez de las Artes Plásticas en 2006. Además, desde 1993 es miembro de número de la Real Academia de San Fernando.

Ya en en el terreno comercial, hasta este martes, el mismo día en que se inauguró su retrospectiva, ostentaba el honor de ser el pintor vivo español con el remate más alto en una subasta, puesto que acaba de arrebatarle Miquel Barceló. Lo obtuvo con su obra "Madrid desde Torres Blancas", pintada entre 1976 y 1982, que se adjudicó en el 2007, en Christie''s de Londres, por 1,74 M Euros. En lo que a galerías representantes se refiere es la galería multinacional Marlborough, quien le viene representando desde hace ya tiempo y quien debió estar tras la exposición que en 2008 celebró en el Museum of Fine Arts (MFA) de Boston (EE.UU.). ARTEINFORMADO