El fotógrafo mallorquín Toni Catany (Lluchmajor, 1942), considerado como uno de los fotógrafos españoles más reconocidos e influyentes de las últimas décadas, ha fallecido, ayer lunes, en Barcelona, a los 71 años. Catany, que vivía y trabajaba en la Ciudad Condal desde 1960, en donde se convirtió, desde 1967, en fotógrafo freelance, para medios como el diario La Vanguardia y la revista Destino realizando reportajes de viajes, se daría a conocer internacionalmente, a partir de 1979, con un trabajo fotográfico en el que utiliza la antigua técnica del calotipo.

Su interés por las técnicas del siglo XIX le llevaron a adquirir material fotográfico antiguo y experimentar con distintas técnicas como la referida del calotipo, y con diversos motivos, como desnudos, paisajes, retratos y bodegones. Este fotógrafo autodidacta, a quien la revista Life consideró como uno de los 100 mejores fotógrafos del mundo, expuso su obra más de 200 veces -entre muestras individuales y colectivas- en países de todo el mundo, como Francia, Suiza, Reino Unido, Italia, Grecia, Países del Magreb, Australia, Estados Unidos y Japón, además de España, en donde cabe destacar la muestra antológica "Toni Catany. El artista en su paraíso", que le dedicó el Museu Nacional d''Art de Catalunya (MNAC), en el año 2000.

Su obra forma parte de distintas colecciones internacionales privadas y públicas, y ha publicado numerosos libros con sus imágenes, que empezaron con el periodismo y el reportaje de viajes y continuaron hacia la experimentación, sobresaliendo volúmenes clave como son "Natures Mortes", premiado como el mejor libro fotográfico en la edición de la Primavera Fotográfica de 1988, "La meva Mediterrània", premiado como el mejor libro en los Rencontres Internationales de la Photographie de Arles y también premiado por la Generalitat de Catalunya como el mejor libro ilustrado del año, así como otros como ''Somniar Déus'' (1993) y ''Obscura Memòria'' (1994), sobre la anatomía de cuerpos, cosas y monumentos. Su obra ha recibido numerosos reconocimientos como el Caballero de la Orden de las Letras y las Artes en Francia (1991), el Miquel dels Sants Oliver otorgado por la Obra Cultural Balear (2000), el Premio Nacional de Artes Plásticas de la Generalitat de Cataluña (2001), el Premio Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura (2001) y el Premio Ramon Llull otorgado por el Govern de Baleares (2003).

Este fotógrafo malloquín estaba ligado comercialmente a galerías españolas como la madrileña Blanca Berlín, la barcelonesa Valid Foto y la balear Pepnot o extranjeras como la belga Box Galerie y la francesa Vrais Rêves. Catany ha fallecido sin haber visto culminado su proyecto de creación del centro internacional de fotografía Fundació Toni Catany de Llucmajor. Un proyecto gestado por él sobre la donación de sus colecciones, que ha sido suspendido sine die, el pasado mes de agosto, por falta de presupuesto, y en donde el artista quería albergar su legado. Además, tampoco podrá estar presente, el próximo día 29 de octubre, en la inauguración de una nueva exposición individual en la galería Trama de Barcelona, con obras que el artista y los responsables de esta galería escogieron conjuntamente, pero que tras su repentino e inesperado fallecimiento, será una exposición con carácter de homenaje. ARTEINFORMADO