Desde su posición de director del salmantino Domus Artium 2002 (DA2), Javier Panera ha respondido a la solicitud formulada por ARTEINFORMADO, señalando no sólo que los programas paralelos, tan criticados por algunos galeristas, deben volver a la feria como ya ocurre en otras ferias, sino recordando a todos que las ferias de arte funcionan gracias a la calidad y que una buena feria de arte no es simplemente una cuestión de metros cuadrados. Estas son sus repuestas:

ArteInformado (AI): ¿Que opinión le merece la resolución de la crisis de ARCOmadrid? ¿Afectará al prestigio de la feria y a su futuro desarrollo?

Javier Panera (JP): A estas alturas se trata de la mejor solución posible. Lo inexplicable es que se haya llegado hasta esta situación a menos de un mes vista para inaugurar la feria. Dado el particular funcionamiento de ARCO, toda ingerencia política o extra-artística irá siempre en detrimento de la calidad de la feria. La imagen que se ha dado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras no es precisamente positiva y a corto-medio plazo puede traer consecuencias respecto a los potenciales "clientes" internacionales.

AI: ¿Qué cree usted que debería hacer ARCOmadrid para recobrar el "buen" protagonismo en este momento de crisis y ante esa feroz competencia internacional?

JP: No es nada fácil responder a esto, dada la actual competencia con otras ferias, dentro y fuera de España. Por más que algunos no quieran reconocerlo, ARCO ha sido una de las cinco ferias de arte contemporáneo más significativas del mundo; pero poco a poco ha ido cediendo terreno a propuestas feriales alternativas como Frieze o Basel Miami. Por no hablar de las ferias emergentes españolas que también están buscando su espacio...

-Es importante que la feria desarrolle unas señas de identidad propias, que -tal vez- en la última década se han ido diluyendo.

-Cuidar al máximo la selección de galerías y contenidos paralelos -sin ingerencias políticas o extraartísticas-. Es mejor una buena feria con menor número de galerías, que una feria mediocre con un número exagerado de estands en plan "totum revolutum" como ha sucedido algunos años...

-Los programas paralelos, que en algún momento fueron tan criticados por algunos galeristas, deben volver a tener su presencia en la feria pues en su día contribuyeron a que ARCO fuera conocido más allá de los aspectos puramente mercantiles. Curiosamente mientras ARCO iba relegando cada vez más las actividades paralelas, en otras ferias europeas y norteamericananas han ido cobrando cada vez mayor presencia... ...esto da que pensar.

-Cuidar y renovar el coleccionismo y, sobre todo, un nuevo coleccionismo más joven y versátil que se ha ido desarrollando en los últimos años.

-Buscar formas originales de implicar a las instituciones públicas y privadas en la feria que vayan más allá de venderles metros cuadrados.

AI: ¿Considera que la postura conciliadora finalmente adoptada por los galeristas es la más adecuada en estos momentos?

JP: Según parece el conflicto ha unido a los galeristas, lo cual supongo que siempre es positivo, pero es importante que se mantengan inflexibles respecto a las ingerencias de orden político. Ahora bien, los galeristas también deben tener en cuenta que si ARCO en sus mejores años llegó a ser un evento artístico de cierta importancia, es porque siempre ha sido "algo más que una feria". No se trata simplemente de un evento mercantil.

AI: ¿Cree que esta crisis ha afectado a la posicion de la directora Lourdes Fernandez? ¿Qué debería hacer?

JP: Creo que Lourdes Fernández es una buena profesional y ha tomado una postura mediadora, seguramente la única posible desde su difícil posición. Es importante que tanto ella como IFEMA tengan claro que las ferias de arte funcionan gracias a la calidad, el trabajo -y en muchos casos el sacrificio- de las galerías y que una buena feria de arte no es simplemente una cuestión de metros cuadrados.