"Las ventas de las galerías españolas siguen siendo muy discretas y la eficacia se mide en el numero de acuerdos que conseguimos cerrar con galerías y museos para exponer a los artistas que representamos. Los artistas españoles no se conocen en el exterior y es dificil venderlos directamente en una feria. Hay que hacer una labor de promoción para que sean ellos mismos, las galerías alemanas en este caso, las que se interesen en comercializarlos". Así de claro se manifiesta, en declaraciones a ARTEINFORMADO, el galerista canario Manuel Ojeda, tras su reciente asistencia, junto a otros 14 galeristas españoles (Altxerri, Manuel Barbié, Ferrán Cano, Ehrhardt, Xavier Fiol, J. Kewenig, Gómez Turu, Horrach Moya, Maior, Manel Mayoral, Miguel Marcos, Nieves Fernández, Oriol y Pelaires) a la feria de arte alemana Art Cologne, que según datos oficiales ha reunido a un total de 150 galerías -el 10 % de ellas son españolas- y 55.000 visitantes.

En esta línea Manuel Ojeda confirma que sus artistas Rómulo Celdrán y Luis Palmero participarán, respectivamente, el próximo año en una exposición en el Kunsthalle in Emden y en una individual en la Galerie Vogdt de Munich. Ojeda insiste en que su objetivo en estas ferias es "la promoción en el exterior de los artistas que representa". Y añade que "intentar solamente la venta directa de nuevos artistas resulta ineficaz y es generalmente anecdótico. No compensan los precios de participación que pagamos para vender artistas que no tienen aún una cotización suficientemente alta".

No obstante, datos hechos públicos por la feria a su cierre señalaban, refiriéndose a galeristas españoles que Xavier Fiol había vendido dos obras de Santiago Picatoste y el compromiso para dos exposiciones relevantes en Nueva York en noviembre. En Pelaires se vendieron obras de Guillem Nadal, Rafa Forteza y tres piezas de Jordi Alcaraz. Maior vendió varios trabajos sobre papel de Núria Marquès y dos esculturas de Amador. En Ferran Cano se mostraron muy satisfechos al haber vendido obras de Amparo Sard a importantes colecciones en EE.UU, Francia y Suiza; varios objetos de Pep Guerrero; así como obras de Oscar Seco, que se vendieron a coleccionistas alemanes; y una obra de Aaron Vidal a un coleccionista catalán afincado en Hamburgo.

En otro ámbito temático, Ojeda señala también que "Art Cologne tiene una estructura y una organización envidiables. Si la comparamos con ARCO, nuestra feria resulta espesa y demasiado densa: no consigue liberarse de complejas estructuras de diseño arquitectónicos que solo complican los recorridos -ver si no el ejemplo de la planta alta de ARCO de este año, un verdadero laberinto-". Destaca también "la buena atención post-feria de Colonia, cosa que en ARCO no existe, convirtiendo la dura labor de desmontaje en el capítulo más cruento de la feria".