Tres años después de su nacimiento, las galeristas Tatina Cayuela y Raquel Francisco han mantenido vivo, y sin subvenciones, su espacio de arte Artificial. Según su definición, "Artificial es un centro de trabajo y de intercambio". "Somos -dicen- como el manager del rockero pero en versión plástica. No les pedimos exclusividad". Ubicado en un polígono industrial madrileño, Artificial ocupa unos 600 m. cuadrados, de los que algo menos de la mitad se reservan a espacio expositivo y el resto corresponde a 9 estudios de artistas que tienen preferencia a la hora de exponer en la galería. Aunque esta vez con subvenciones oficiales, en Barcelona existe Hangar y Bilbao Arte en la capital vizcaína. Hangar, abierto en 1997, "es un centro creado por la comunidad artística para la comunidad artística, con el objetivo de dar respuesta a una serie de necesitades surgidas del ambiente contextual de Barcelona y de los cambios generados en el terreno de la creación y de la producción cultural y artística que se observan en el ámbito internacional". Los referentes eran las numerosas experiencias parecidas surgidas en toda Europa, como Art Space (Londres), la Kunstler Bethanien (un antiguo hospital de Berlín) y la Cité des Arts (París). Por su parte, Bilbao Arte, con un espacio disponible de 2.700 m2 (150 m2 corresponden a sala de exposciones), se define como "un centro de creación y desarrollo artístico en el que se incluyen distintos talleres de trabajo y espacios multidisciplinarios. Asimismo, el centro dispone de espacios de cesión de uso tanto individual como compartido y de una sala de exposiciones".

Otras dos galeristas, Raquel Aranda y Raquel Santamaría, inauguran esta semana (el 4, miércoles) su nueva galería, Espacio Tribeca Arte, en Madrid (c/ Moratín, 7) con una colectiva integrada por Fernando Bellver, Joaquín Capa y Oscar Méndez Lobo.

La galería ferrolana Sargadelos está decidida a llevar el arte a todos los hogares. Para vender las obras de su almacén, la galería, dirigida por Verónica Martínez, ofrece una lonja de arte, en la que el precio de las obras desciende un 10% cada semana, hasta un límite del 60%. Todas las piezas pertenecen a artistas que han pasado por la galería a lo largo de su historia. La Voz de Galicia

Diez años después de su nacimiento, la galería virtual Serres-Art, dirigida desde Barcelona por Montserrat Serres, registra una media de 8.000 visitas mensuales y exhibe el trabajo de 21 artistas. Aunque la cuantía de las ventas se mantiene oculta, Serres asegura vender obra, tanto directa como indirecta -procedente de clientes, galerías y dealers-, a clientes de más de 50 países.

La galería de arte Maliarka, que abrió sus puertas el pasado mes de febrero en Alicante, ha anunciado su cierre. Los gerentes de la sala de arte afirman en un comunicado que se encuentran a la espera de tomar una decisión para contemplar la posibilidad de ubicarla en otro lugar. Información