'Compartiendo y colaborando con generosidad para conseguir resultados exponenciales' es la máxima por la que se han regido los impulsores y responsables de la Colección BEEP de Arte Electrónico desde hace 15 años.

Y, a la luz de los resultados logrados, parece que les ha funcionado muy bien, como se puede comprobar al seguir leyendo la entrevista a Vicente Matallana, director de la Colección BEEP de Arte Electrónico, que formará parte de nuestro próximo informe "100 Patrocinadores y Mecenas del Arte en España", que verá la luz en ARCOmadrid 2020.

ARTEINFORMADO (AI): La Colección BEEP de Arte Electrónico es fruto del mecenazgo artístico del empresario Andreu Rodríguez, presidente del Grupo TICNOVA de Reus. ¿Cuándo y cómo surge esta iniciativa? ¿Cuál es el objetivo primordial de la Colección?

Vicente Matallana (VM): La Colección es ante todo una historia de amor y amistad; Una historia de amor entre la artista Marie-France Veyrat y el pionero tecnológico Andreu Rodríguez, a la cual hemos de unir la fuerte amistad que hemos generado entre los tres después de 15 años de trabajo. Realmente lo pones todo en una coctelera y tienes la tormenta perfecta que es la Colección Beep de Arte Electrónico. ¿Cuál es el objetivo? Ante todo, construir un legado para las futuras generaciones que muestre de la forma más fiel y creativa posible lo que nosotros consideramos que aún es el inicio de una transgresión, la que se produce entre el Arte, la Ciencia y la Tecnología. Estamos al principio, y queremos legar el retrato más fiel posible de estos inicios, ya que como decía en una entrevista para Ars Electronica, "solo lo que se colecciona sistemáticamente permanece".

AI: La colaboración está en el ADN de la colección, como lo demuestra su vinculación desde sus inicios a ARCOmadrid, a través del Premio ARCO-BEEP de Arte Electrónico, además, en los últimos tiempos han llevado a cabo exposiciones en colaboración con instituciones culturales, siendo una de las últimas "Faces. Un diálogo entre la Colección Es Baluard y la Colección BEEP de Arte Electrónico". ¿Cómo valoran las relaciones con los distintos agentes del ámbito artístico-cultural con los que han colaborado? 

VM: La colaboración está en nuestro ADN porque compartir está en nuestro ADN, está en el ADN del arte tecnológico profundamente enraizado desde sus orígenes a Internet y las redes colaborativas que propició. En los años 90 tuve la suerte de estar fuertemente vinculado a iniciativas como la plataforma Rhizome, o el grupo Hell.com, que fueron completamente determinantes en la formación de mi carrera, mi personalidad y mi forma de entender como trabajar en este medio. Compartiendo, colaborando, con generosidad, como no puede ser de otra manera, se consiguen resultados exponenciales. Faces ha sido visitada por más de 75.000 personas, con las que hemos podido compartir no solo nuestra Colección, también nuestra ilusión. Ahora llevamos todos los años una propuesta a Ars Electronica que es visitada por más 100.000 personas. Pero este proyecto no hubiese sido posible sin la iniciativa de ARCOmadrid bajo la dirección de Rosina Gómez-Baeza, que es la culpable primigenia de este proyecto, apoyado incondicionalmente por Lourdes, Carlos y ahora por Maribel, cuando vamos a celebrar la decimoquinta edición del premio.

Vicente Matallana (en el centro) junto a Roberta Bosco y Stefano Caldana (a su izqda. y dcha.), comisarios de ‘FACES’. Cortesía de BEEP

AI: En 2015 han iniciado una nueva política de adquisiciones, producción de proyectos y desarrollo de varios programas paralelos de patrocinio tecnológico para artistas a través de la NewArtFoundation. ¿Qué nos puede contar sobre esta fundación y los proyectos que desarrolla? ¿Qué planes de futuro tienen para ella?

VM: La Fundación, participada por los Colegios Profesionales de Informática e Industriales así como la Asociación de Ingenieros de Telecomunicaciones de Catalunya, la Universitat Oberta de Catalunya, ArtFutura además de un elenco de prominentes patronos, es la estructura que nos permite poner en marcha las iniciativas colaborativas de investigación, desarrollo y producción, con una red de colaboradores entre los que podemos destacar a Eurecat, Hangar, V2_ y Ars Elctronica entre otros. Esta organización nos permite ser ambiciosos en el desarrollo de proyectos que van más allá de lo que podemos considerar el coleccionismo clásico y entrar en una nueva era reflejo del propio paradigma en el que nos vemos y reconocemos.

AI: Vd. ha comentado que lo que están llevando a cabo desde Colección Beep y NewArtFoundation "es el resultado de una nueva forma de coleccionismo, activo y militante". Nos podría desarrollar un poco más esto.

VM: Estamos en un mundo que evoluciona a velocidad de escape, como definía el gran libro de Mark Dery. El coleccionismo debe de evolucionar de igual manera incluyendo y reflejando los nuevos sistemas participativos de la sociedad, no solamente atesorando sino siendo un agente activo. Para nosotros la Colección no se compone únicamente por las más de 55 obras que tenemos en este momento, sino por todas las actividades y sinergias que generamos. El mejor reflejo de esto son nuestros programas de patrocinio que lo único que buscan es potenciar la creación. ¿Qué ganamos con esto? Directamente nada, indirectamente muchísimo ya que estamos posibilitando, estamos potenciando, estamos compartiendo; Está en nuestro ADN y está en el ADN de la transgresión entre la Arte la Ciencia y la Tecnología.

AI: Por último, ¿por qué es cada vez más importante el mecenazgo empresarial? ¿Algún área de mejora que, en su opinión, propiciaría mayores y mejores colaboraciones entre empresa y cultura? ¿Qué retorno obtiene Grupo TICNOVA del patrocinio artístico-cultural?

VM: Lo que necesitamos es una ley de mecenazgo, seria, de una vez por todas. 

Es increíble, los resultados de la Cuenta Satélite de la Cultura en España indican que, en 2016, últimos datos disponibles, la aportación del sector cultural al PIB español se cifró en el 2,5%, situándose en el 3,3% si se considera el conjunto de actividades económicas vinculadas con la propiedad intelectual (he de decir que nunca he entendido esta especificación sobre la propiedad intelectual ya que no creo que la genere el sector automotriz), correspondiendo cada punto del PIB a unos 11.650 millones de euros. Es decir, es un sector que mueve unos 38.500 millones de euros y da empleo a más de 650.000 personas.

Este sector merece ser reconocido como lo que es, un sector productivo de la sociedad como otro cualquiera. Necesitamos por tanto un marco fiscal claro y estable que de confianza a los inversores, con los incentivos fiscales necesarios para un sector productivo con un alto grado de valor añadido. Alguien se puede imaginar que otro sector productivo aguantara los cambios de opinión que tienen los sucesivos gobiernos en la gestión financiera y fiscal de la cultura

Mientras tanto el gran retorno que recibe el grupo Ticnova es en Responsabilidad Social Corporativa, es parte de la tradición en acción social que tiene el grupo.