La primera exposición de Iñaki Bonillas en kurimanzutto presenta el resultado de su investigación sobre lo que el pintor y cineasta Robert Bresson llamó “la inteligencia de las manos”. El artista se interesa en la capacidad de las manos para realizar objetos a través de automatismos y en cómo estas habilidades desaparecen poco a poco a causa de la evolución de las tecnologías electrónicas en detrimento del conocimiento manual.
El título de la exposición es a su vez nombre de un texto de Hannah Arendt en el que la autora explica la existencia de una tierra de nadie o un espacio vacío en donde las cosas del pasado no terminan por extinguirse pero ya no son de la época en que se vive. De esta manera, la práctica de Bonillas se basa en técnicas manuales referentes a la fotografía analógica que cada vez le resultan menos útiles; progresivamente se vuelven más...raras al igual que la imprenta de Gutenberg o cambian como el soporte y la tecnología del cine. Cada vez más, un sólo botón resuelve lo que antes, manos disciplinadas y hábiles, hacían con destreza y un largo entrenamiento.
Ya no, todavía no toma como eje de reflexión la hechura a mano de un libro donde pudieran reunirse los distintos procesos de trabajo que el artista estudió para este proyecto. Bonillas trabajó con un amplio equipo de colaboradores en la Ciudad de México quienes se especializan en fabricación de papel, heliograbado, tipos móviles, revelado en cuarto oscuro, iluminaciones antiguas y costura de lomos, para llegar al resultado final.
Entrada actualizada el el 13 sep de 2018
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