La inesperada circunstancia de pasar más tiempo en Madrid, debido al frenazo en su actividad viajera como asesor de la consultora de arte estadounidense KCM Fine Arts, que antes de la pandemia le tenía el 80 por ciento de su tiempo volando, y, por otro, el hecho no menos importante de comenzar a escuchar podcasts, tienen buena culpa de que  Javier Aparicio (Ciudad de México, 1985) tomase el pasado mes de enero la decisión de abrir el Chico, un nuevo espacio o plataforma de proyectos independiente dedicada a la cultura y arte contemporáneo, que tiene por sede un antiguo taller de broncista junto a la Puerta de Toledo, en la ciudad de Madrid.

Desde 2003, por lo tanto, desde muy joven, este mexicano ha venido trabajando en distintos roles dentro del sector del arte contemporáneo, sin embargo, tal y como nos confiesa, "nunca antes se había animado a abrir algo por su cuenta", a pesar de haber tenido a lo largo de su trayectoria oportunidades de abrir galerías por su cuenta en México o Nueva York. 

Tendría que darse la circunstancia de que el espacio que ahora ocupa el Chico, propiedad de una muy buena amiga suya, quedase vacío, y, así, casi sin pensárselo dos veces, o en palabras suyas, dando "un poco un salto al vacío", decidirse a abrir este nuevo espacio de proyectos.

El Chico, según su Manifiesto, no va a funcionar como una galería al uso, sin embargo, las exhibiciones y proyectos que incluyan la exposición de objetos se venderán, pues, como reconoce Javier: "pretendo que el espacio se mantenga a sí mismo. Y al ser una plataforma que trabaja con artistas y exhibe artistas. Los artistas tienen que ganar dinero para seguir produciendo". Eso sí, lo piensa hacer "sobre un modelo que sea más justo y revisable en cada ocasión y proyecto".

A este respecto, Javier nos aclara que: "este espacio tiene que funcionar con un tipo de libertad distinta. Es verdad que al principio estaba más seguro de lo que no quería hacer. Que era, entre esas cosas, ser una galería. No por nada, sino porque sé lo que implica tener una galería. Sé que la infraestructura que se necesita para apoyar y representar la carrera de los artistas es mucho más de lo que yo puedo hacer ahora mismo". 

"Y también me interesa mucho, y es a la conclusión a la que estoy llegando, la libertad de no tener que estar ceñido a una lista de artistas que representas. Lo que me interesa de el Chico es que se convierta en una espacio de comunidad", remacha Aparicio.

Sin duda, es de celebrar que, a pesar de la difícil situación y contexto que vive el sector galerístico y cultural español, sigue habiendo jóvenes que, como nos comenta Javier, tienen ganas de abrir nuevas iniciativas. 

"Parece que tiene sentido porque no soy el único loco que se ha lanzado a abrir un nuevo espacio". Eso sí, pone un importante matiz al respecto: "aunque son galerías al ser abiertas por personas de otra generación ya es algo distinto". 

Se refiere a nuevas galerías, espacios híbridos o autogestionados, por jóvenes, que son cada vez más numerosos en la ciudad de Madrid, entre ellos, nos cita a arniches26, Pradiauto e Intersticio. 

"Cuando somos tantos haciendo las mismas cosas, pues, eso es lo que le da sentido. Independientemente de que políticamente o pandémicamente pues no tenga mucho sentido", asevera Aparicio.

Por el momento, y mientras "encuentra su lugar en la comunidad", lo que sí que ya ha encontrado es una buena acogida sumada a unas estrechas colaboradoras como son María López Díez y Anneke Raskin. 

Ambas también han pasado por sus Podcasts, a los que les va conceder mucha importancia, ya que como adelantan en su web, "se realizarán a propósito de cada proyecto, pero también surgirán proyectos a través de los podcasts que realicemos. El objetivo será buscar el espectro más amplio posible para la intersección y discusión de los proyectos y/o exhibiciones". 

Hasta el próximo 18 de junio, la bilbaína Silvia Olabarría es la artista que tiene la muestra "y vosotros". Los anteriores proyectos expositivos han contado con distintos artistas españoles y latinoamericanos de media carrera y emergentes, entre ellos, Juan de Sande, Guillermo Martín Bermejo, Juan Isaac Silva, Pepe Domínguez, Abel García, Ismael Cervantes y Zacarías Reyes.

"En este momento, me interesa que sea un lugar abierto donde muchas voces puedan confluir y hacer disidencia. No quiero pensar en una línea para el Chico. El Chicho más bien funciona por conceptos creativos y no tanto por una línea definida de lo que quiero que se entienda por el Chico", según Javier.

Otra de las iniciativas fundacionales de el Chico es realizar exhibiciones periódicas de artistas recién egresados para funcionar como nexo entre la vida académica y la vida laboral artística. Su primera exposición ha sido "Adentro/Afuera", fruto de una convocatoria pública para seleccionar trabajos de las últimas promociones de egresados de la facultad de BBAA de la Universidad Complutense de Madrid. 

"Esta exposición no estaba pensaba tanto para crear una cantera..., sino para darles a esos recién egresados una plataforma para enfrentarse al mundo real", aclara Javier. 

De hecho, como parte de la muestra, también invitaron a profesionales para charlar sobre la delicada transición entre dejar la Academia y empezar el camino como artista, entre ellas, Inés López-Quesada y Silvia Ortiz, directoras/fundadoras de la galería Travesía Cuatro (Madrid/México) o su representada la artista madrileña Teresa Solar. 

Javier nos avanza que la siguiente exposición tendrá como protagonista a la joven pintora cordobesa Irene Anguita, una de las artistas seleccionadas en Adentro/Afuera.

Precisamente, a estos artistas que están empezando Javier les pone en alerta de que, les guste o no les guste, tendrán que "lidiar con el mercado". 

Lo dice un buen conocedor del terreno que pisa. No lo olvidemos Javier es, además de "el Chico" nuevo y libre de Madrid, asesor de una consultora de arte. A continuación la entrevista completa.