Aprovechando la celebración de la 31ª Bienal de São Paulo, hasta el próximo 12 de octubre, el antiguo Hospital Matarazzo reabre sus puertas al público, después de 20 años cerradas, invitando a cien artistas, la mitad brasileños, entre ellos algunos de los más renombrados, para que participen y dejen su interpretación en la exposición "Made By... Feito por Brasileiros". 

Esta exposición, bajo la curadoría de Marc Pottier, marca el comienzo de uno de los proyectos de revitalización urbanística más ambiciosos que la ciudad de São Paulo haya acometido, el del complejo de la Cidade Matarazzo, con 27.000 metros cuadrados, y donde se integra el antiguo Hospital Matarazzo, que ha estado cerrado durante 20 años y que será próximamente rehabilitado por los arquitectos Jean Nouvel e Philippe Starck para reinsertarse dentro del entramado paulista como un gran hotel.

En esta amplia muestra colectiva, donde la mayor parte de las obras han sido concebidas específicamente para este lugar, participan un amplio número de artistas brasileños de distintas generaciones, entre los que, por citar solo algunos de ellos, están: Carlito Carvalhosa (São Paulo, 1961), Cao Guimarães (Belo Horizonte, 1965), Maurício Ianês (São Paulo, 1973), Beatriz Milhazes (Río de Janeiro, 1960), Vik Muniz (São Paulo, 1961), Cildo Meireles (Río de Janeiro, 1948) o Tunga (Palmares, 1952), este último renunció a participar en la actual 31ª Bienal de São Paulo.

Además, también hay trabajos realizados por artistas afincados en São Paulo, como son, el mexicano Héctor Zamora (Ciudad de México, 1974) y el argentino Nicolás Robbio (Mar de Plata, 1975). La nómina de invitados la completan otros artistas como la portuguesa Joana Vasconcelos (París, 1971), el chino Wang Du (Wuhan, China, 1956), el español Francisco Ruiz de Infante (Vitoria, 1966), el francés Xavier Veilhan (Lyon, 1963), el estadounidense Tony Oursler (Nueva York, 1957) o el noruego Per Barclay (Oslo, 1955), entre otros.

Las intervenciones de estos artistas se entremezclan y dialogan con escombros, paredes desconchadas, ventanas rotas y con la vegetación circundante. Además, muchas emplean materiales y objetos encontrados dentro del Hospital Matarazzo, desde antiguas historias clínicas, cuadros, aceite de motor, ambulancias, fotos y esculturas religiosas.

Tras la clausura de esta muestra temporal, el grupo francés Allard, que se hizo con el inmueble en el año 2011, llevará a cabo la remodelación del Hospital Matarazzo y tiene previsto para el año 2018, entre otras iniciativas, inaugurar un gran hotel, un centro cultural, un complejo de oficinas, salas de espectáculos y un centro de creatividad.