"La diversidad es una de las grandes características distintivas del arte contemporáneo (como de la cultura en general). Considerado no como un tema, sino como un enfoque, lo diverso permite asumir tanto la multiplicidad de modelos y agentes artístico-culturales, como también la pluralidad de territorios, temporalidad y medios de expresión que hoy hacen el campo del arte complejo y promueven la expansión de sus medios".

Así comienza su texto curatorial el uruguayo Ticio Escobar, quien, nuevamente, asume la dirección artística de otra edición de la Bienal de Curitiba, que se celebra en esta ciudad brasileña, del 30 de septiembre al 25 de febrero de 2018, bajo el título "Antípodas - Diverso e reverso" y teniendo, por primera vez, en sus 24 años de historia, un país invitado, siendo el elegido el gran gigante asiático "China".

"El tema de la bienal remite a diferentes ideas de diversidad, confrontación, antinomia y coincidencia en un mapa-múndi continuamente polarizado y simultáneamente forzado a la homogeneización globalizante. Las exposiciones trabajan la diferencia geográfica y cultural entre el este asiático de China y su antípoda, el Cono Sur de América Latina, puntos extremos del planeta", comenta Ticio, director del Centro de Artes Visuales del Museo del Barro, en Asunción, y curador del Pabellón de Chile en la 57ª Bienal de Venecia de 2017 con proyecto del chileno Bernardo Oyarzún (Santiago, 1963).

Teniendo como eje curatorial "las distantes posiciones del arte de China y del Cono Sur latinoamericano" el itinerario curatorial de la bienal articula diferentes propuestas expositivas generadas por 25 curadores, que han seleccionado cerca de 250 artistas repartidos por 44 espacios.

Uno de ellos, el Museo Oscar Niemeyer (MON), que vuelve a ser la sede principal de la bienal, será escenario del enfrentamiento de esas dos potentes escenas artísticas. Allí, se podrán ver la muestra "Vibrações", que bajo la curaduría de Fang Zhenning y Liu Chunfeng exhibe obras de 36 artistas contemporáneos chinos y "Além da Fotografia", que curada por Escobar reúne a un conjunto de artistas del Cono Sur latinoamericano.

Si la primera exposición trata la diversidad desde su sentido de diferencia cultural, la segunda muestra parte del diverso de los medios de producción y obra, específicamente la fotografía, que ha adquirido una presencia privilegiada en el panorama del arte contemporáneo.

Museo Oscar Niemeyer (MON). From Wikimedia Commons, the free media repository

Siguiendo el concepto de la Bienal, en otras salas del MON se presentan proyectos realizados por otros curadores: en la sala 2, con curadoría del italiano Massimo Scaringella está "Antítese Imagens Síntese" y con curadoría de la portuguesa Marta Mestre está "Song for my hands"; en la sala 3, el brasileño Agnaldo Farias, curador jefe del Instituto Tomie Ohtake de Sao Paulo, cura "Não está claro até que a noite caia", de la artista brasileña Juliana Stein (Passo Fundo, 1970); en el espacio entre las salas 3 y 6 se ubica una curadoria de la brasileña Tereza de Arruda; y en la sala 9, participan tres curadores: el brasileño Luiz Brugnera con "Dualidades humanas", el artista argentino Tulio de Sagastizábal (Buenos Aires) que cura un proyecto de su compatriota Guadalupe Miles (Buenos Aires, 1971) y la brasileña Leonor Amarante (São Paulo) con la exposición del brasileño José Rufino (João Pessoa, 1965), titulada "Opera hominum".

Por otro lado, entre las muestras que se realizarán en otras sedes, cabe destacar la que tiene lugar en el Solar do Barão, sede de la fundación de la bienal, donde Ticio Escobar en esta ocasión es el curador de la exposición del brasileño Rodrigo Petrella (São Paulo, 1972), que reúne fotografías tomadas en diversas aldeas indígenas de la región amazónica.

O "Porque o mundo nunca deve perder seus afetos", en el Memorial de Curitiba y Museu Paranaense, es el título de la muestra curada por la cubana Dannys Montes de Oca y el estadounidense Royce Smith. Según ellos, esta frase se refiere al hecho de que los procesos de significación social no se basan en consensos armónicos, sino en tensiones turbulentas que continúan provocando disparidades, intolerancias y asimetrías.

Serán cuatro meses donde la Bienal de Curitiba 2017 empleará el tema de la diversidad como un punto de referencia para activar cuestiones e imágenes sin restringir los conceptos o procedimientos empleados por artistas como las ya referidos más arriba a los que se unirán otros consagrados como Luis Camnitzer (Uruguay, 1937) y Richard Serra (Estados Unidos, 1939), las también reconocidas Graciela Sacco (Argentina, 1956) y Leonor Antunes (Portugal, 1972), o jóvenes como Iván Argote (Colombia, 1983), por citar solo algunos.