La diversificación que vive el arte de hoy impone a los comisarios la necesidad de proponer nuevas líneas en su trabajo que se ajusten a los requerimientos del público, las instituciones y los discursos plásticos emergentes. Durante los últimos años el ámbito artístico español ha visto incrementada la participación de jóvenes profesionales, lo que ha abierto una renovación de los grandes nombres de siempre. Entre esas nuevas figuras Nacho Ruiz (Murcia, 1972) constituye una referencia ineludible. Su trabajo como comisario se inicia mientras estudia Historia del Arte en la Universidad de Murcia, a mediados de los años noventa. Doctor en Historia del Arte por la misma casa, Ruiz también ha sido profesor de esta institución y, en la actualidad, es profesor invitado en el máster de Museología de la Universidad Complutense de Madrid. Cuenta con un conjunto de publicaciones entre las que se ha hecho muy conocida: ARCO. Arte y mercado en la España democrática (2004). Pero, antes que comisario, Ruiz se confiesa galerista, y así lo confirma su compromiso desde el año 2000 cuando funda con su compañera Carolina Parra, T20, espacio que constituye para él su norte profesional.

La definición comisarial desde el quehacer galerístico en T20

Abrir una galería en una ciudad como Murcia supone de entrada una tarea difícil. No obstante, las estrategias meditadas y el interés de expansión e inserción en el mercado han permitido, entre otros factores, alcanzar la internacionalización de T20. Desde sus inicios, este espacio se ha centrado en la promoción del arte emergente, nacional e internacional, pero sin obedecer a los nombres de moda porque para Ruiz una galería "...debe instituirse en marca, construir su propio prestigio en base a una trayectoria impecable", en la que es fundamental, para él, valorar y cuidar la relación entre galerista y creador. Este murciano también señala la necesidad de trabajar por la visibilidad de los artistas, el posicionamiento de sus obras y, particularmente, por el reconocimiento del proyecto galerístico emprendido junto con Parra; porque todos estos aspectos constituyen los mejores logros que se pueden alcanzar.

El panorama actual del arte, tan variado y poblado de artistas obliga, para Ruiz, a que el mecanismo de selección de ellos al incorporarlos en la plantilla de la galería esté determinado por la calidad de su obra, el interés que posean éstas y la trayectoria de cada creador. Pero todo esto debe estar a expensas, para él, de la intuición del galerista, de su capacidad de apuesta y del reflejo de dos elementos primordiales: la formación y la dedicación constante del comisario. Precisamente desde esta forma de trabajar, Ruiz ha definido su mirada como comisario la cual, lejos de una distancia académica como la que muchos de sus compañeros imponen a los artistas al realizar un proyecto expositivo, se ve traducida en una labor personal y directa con ellos.

El posicionamiento español

Ruiz ha tenido la suerte de desempeñar su trabajo en un periodo especialmente intenso para el mundo del arte, en el que la profesionalización y la madurez del sistema son evidentes tanto fuera como dentro de España. Para este murciano, ha habido una mejora considerable por parte del sistema del arte nacional como se expresa, entre muchos otros aspectos, en la necesaria y natural existencia de asociaciones y federaciones de galeristas -dentro de las que T20 se ha incorporado al Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo-. Pero, en paralelo al mejoramiento del sistema del arte español también se ha producido un crecimiento importante de nuestro coleccionismo. Para Ruiz, si bien es cierto que falta mucho para que los artistas nacionales posean una presencia internacional adecuada, también es necesario considerar que el ... "retraso histórico ha sacado a España de los circuitos del arte. Hoy las galerías hacen un esfuerzo titánico para hacer visible al artista español, ponerlo ante los ojos del coleccionista foráneo ... pero ... faltan instituciones con peso internacional, y la presencia de comisarios españoles es simbólica". Sin embargo, la labor que viene desempeñando este murciano estimula un cambio de rumbo a la situación descrita.

Ruiz al frente de bâleLatina

Son varios los proyectos internacionales en los que ha jugado un papel destacado Ruiz, el más reciente de ellos es la Dirección Artística de la pasada edición de bâleLatina (en la que España estuvo como país invitado). Esta peculiar feria suiza, orientada al arte contemporáneo latinoamericano y aquel de raíz latina en Europa, ha obtenido en su tercera edición una buena respuesta por parte de grandes instituciones como la Saatchi Gallery, la Tate Modern o importantes coleccionistas latinoamericanos. Para Ruiz, los compradores se han hecho con un número de piezas que permite hablar de unas ventas razonablemente buenas, considerando el momento tan complejo que se vive a nivel mundial. Para el comisario murciano: "La acogida del arte español ha sido excelente. En un universo de ruido visual como es Basilea (con sus diversas ferias), las propuestas de Rafael Ortiz, Magda Bellotti, Valle Ortí, Espacio Líquido, Moisés Pérez de Albéniz, Bacelos, Sandunga, Ad Hoc, Horrach Moyá, Casado Santapau y Javier Marín han estado a una altura notable, y han demostrado que sólo hay que lograr una igualdad en la visibilidad del arte español con respecto al resto, y tendremos que lo que se produce aquí es tan bueno como lo de fuera."

Rumbos del coleccionismo actual

La experiencia obtenida en ferias nacionales e internacionales permite decir a Ruiz que el perfil del coleccionista actual no puede clasificarse con precisión, porque la amplitud de sus comportamientos y la variedad de líneas de coleccionismo existentes no lo admite. Para él, está claro que resaltan cada vez más los compradores jóvenes y cultos de mucho dinero; también, aquellos con intereses muy particulares y, por supuesto, los compradores institucionales. Pero el coleccionismo de hoy demuestra que el arte está despertando interés en un perfil de comprador antes inexistente, el que con poco presupuesto toma el riesgo de incursionarse a comprar. En este marco de ideas, Ruiz insiste en que el comprador español ha sufrido un cambio de intereses notable y, lejos de su arraigado nacionalismo, se aprecia ahora una apertura hacia nuevas y muy disímiles propuestas. Al hablar de coleccionismo vale la pena comentar que Parra y Ruiz, como muchos galeristas, no escapan a él al, poseer una colección personal en la que reúnen trabajos de creadores como: Joseph Beuys, Danielle Buetti, Jenny Holzer o Thomas Ruff, entre otros. Sin embargo, estos dos galeristas declaran su interés por los grandes maestros, de quienes igualmente les encantaría tener obra.

Actualidad

En el presente, Ruiz está trabajando en un pequeño proyecto en México con artistas emergentes latinoamericanos. Prepara para el año que viene un libro, que inició hace tres, sobre mercado del arte pero con un carácter más literario que los anteriores sobre el tema. Y además, acaba de terminar una publicación sobre lo que él considera uno de sus mejores proyectos: la exposición de Pierre Gonnord, "La interpretación muda", organizada para la Mar de las Músicas de Cartagena. Todos estos proyectos, y los que desarrolla junto con Parra, ponen en evidencia que el quehacer comisarial de Ruiz se concibe desde una pasión galerística la cual, asentada en la profunda investigación, le llevan a obtener un directo y sólido acercamiento al sentido de la expresión artística. Por Mónica Núñez Luis - ARTEINFORMADO