Dentro del proyecto informativo colaborativo de reflexión sobre el futuro del arte y nuestra sociedad (#pensandoelfuturo / #pensandonofuturo), nacido en plena lucha contra la crisis del coronavirus, presentamos esta nueva entrevista con el artista Bernardí Roig (Palma de Mallorca, 1965) y que, como el resto publicadas y/o por publicar, ARTEINFORMADO ofrece en abierto para que sigamos "todxs en casa pero todxs bien informadxs":

ARTEINFORMADO (AI): En estos momentos de incertidumbre, ¿qué mensaje de ánimo y confianza le gustaría trasladar a sus colegas y al resto de los operadores y actores del mundo del arte?

Bernardí Roig (BR): Los que hacemos imágenes siempre estamos en crisis y atrapados por la incertidumbre, sino no podríamos avanzar. Esta oscura situación que estamos viviendo ahora tiene una forma nueva e inesperada, y la única manera de no dejarse aplastar por ella es seguir haciendo, todavía mejor, lo que mejor sabemos hacer: producir experiencia y conocimiento, porque el arte es un servicio a los demás.

Evidentemente las cosas ya no volverán a ser como antes, lo cual es bueno; serán de otra manera. Y en ese nuevo lugar aparecerá lo imprevisto, ya que ni dejaremos de ser curiosos ni dejaremos de asombrarnos, como ha sido siempre. Creo que hay que continuar siendo optimistas acerca de nada.

AI: ¿Cómo cree que va a afectar a su manera de trabajar y a su obra así como a sus relaciones con el resto de operadores? ¿Toca reinventarse?

BR: Para mí, la mejor forma de reinventarse es seguir  insistiendo -todavía mas- en lo dicho, porque lo dicho no ha sido dicho con suficiente insistencia, ni claridad. Mi manera de trabajar, seguramente seguirá siendo la misma. Al final, este periodo de clausura no difiere mucho de lo que uno lleva haciendo media vida; se va al estudio, lugar donde uno sigue alojando los fracasos de su vocabulario, se está solo y no deja de merodear en ese vacío de sentido que significa hacer una imagen. Otra cosa muy diferente es lo que pasará, a partir de ahora, con esas imágenes cuando salgan al mundo. Que duda cabe que el modelo de distribución y validación de esas imágenes tendrá que ser diferente. Mejor así. Ahora, con esta inmensa herida  estamos obligados a pensar de nuevo como habitar ese mundo. Este capitalismo colonial delirante ha descuartizado el planeta y esto, sino no lo cambiamos, irá rumbo a peor. La distopía que nos amenazaba ya ha llegado.

AI: ¿Piensa ahora que debería acometer una nueva fase online para visibilizar y difundir más y mejor su trabajo u otros proyectos impulsados y relacionados con él? Si, es así, ¿qué medidas baraja implementar de cara al futuro en su nueva estrategia digital y que no venía ejecutando?

BR: Yo no tengo pagina Web ni participo en las redes sociales,  por lo que mi estrategia digital es inexistente. Y me temo, dado mi inevitable anacronismo,  que así continuaré.

Las galerías que representan mi trabajo, las instituciones que lo muestran o las plataformas, como la vuestra, que lo difunden ya se ocupan, muy profesionalmente, de ello. Creo que estos agentes son los que tendrán que seguir inventando (esa es su razón de ser)  nuevos modelos digitales para visualizar y comunicar  lo que hacemos nosotros.

Me va a ser muy difícil teledibujar. Para mi las imágenes exigen presencia para hacerse afectivas, mediadas por las pantallas solo son datos.

Mientras tanto seguiremos  haciendo imágenes  para cuando vuelva el futuro.