Conocer en que colecciones se encuentran artistas como Leonor Antunes, representante de Portugal;  Itziar Okariz y Sergio Prego, de España; Pablo Vargas Lugo, de México; o la dupla Bárbara Wagner & Benjamin de Burca, en representación de Brasil, por citar solo algunos de los aquí analizados, nos revela quienes han apoyado sus carreras hasta este momento. 

La notoriedad de un artista se puede medir de distintas formas: a través de las galerías que le representan, de los premios ganados, de las becas obtenidas, también en algunos casos de sus labores docentes y curatoriales y, por supuesto, de las exposiciones realizadas y los curadores que las llevaron a cabo.

Pero, ¿como se puede medir su presencia en el mercado? La respuesta a esta pregunta la podemos encontrar conociendo las colecciones públicas, corporativas y privadas en que ha conseguido situar sus obras.

Con motivo de la recién inaugurada Bienal de Venecia 2019 hemos querido tratar de visibilizar el ecosistema coleccionista en una docena de los artistas iberoamericanos que representan a sus países en la cita veneciana. 

Una cita que es, sin duda, uno de los mejores escaparates para dichos artistas, para las galerías que les representan y, cómo no, para las colecciones que han apostado por ellos durante sus años de carrera. De hecho, pensando en estas últimas ¿no se trata también de la mejor confirmación que pueden tener sobre su acierto al incluir a dichos artistas en su colección el ahora verles exponiendo en la madre de todas las bienales?

No son pocos los que consideran a la bienal la más grande feria de arte del mundo. No obstante, su presidente, Paolo Barata, ha dicho en una declaración hace un mes que "no debemos caer en la trampa de ser guiados por el mercado", y añadió, "debemos evitar ser sospechosos de cumplir con las estrategias de venta". 

Es cierto que la bienal hace tiempo que ha intentado marcar distancias con el mercado al poner fin a su propia oficina de ventas en 1968. Sin embargo, también hace tiempo, que no está en sus manos (si alguna vez lo estuvo) el evitar que muchos de los artistas que participan en ella registren una revalorización por parte de crítica y mercado durante los seis meses que dura.

Posiblemente, una de las mayores pruebas de cómo el mercado presiona a la bienal se obtiene al comprobar la cada vez mayor presencia de eventos paralelos promovidos por influyentes galeristas, marchantes y coleccionistas durante la celebración de la bienal con el claro objetivo de calentar el mercado de sus artistas.

Pero no debemos olvidarnos que no son sólo los coleccionistas, marchantes y galeristas los que disfrutan de esta revalorización financiera. También lo hacen los creadores.

El artista peruano  Christian Bendayán, representante del Perú en esta edición de la Bienal de Venecia, comentaba en un artículo en el medio peruano Gestión, hace unos años, que: "El arte se revaloriza simbólicamente, según el grado de reconocimiento del artista, lo cual se traducirá en más valor económico". 

Esta claro que conocer las colecciones que avalan la trayectoria de los siguientes 12 artistas iberoamericanos es una forma de ver el reconocimiento que han logrado y de paso de obtener la mejor fotografía de su ecosistema de mercado. En otras palabras: "por sus colecciones les valoraréis".