El Musée d'Art Contemporain de Marseille (MAC) acogerá, del 4 de julio al 10 de enero de 2016, la primera gran exposición del artista chileno Alfredo Jaar (Santiago de Chile, 1956) en un museo francés, bajo el título "Nous l´avons tant aimée, la révolution (nosotros la amamos tanto, la revolución)".

Consta de 77 piezas que se distribuyen alrededor de una gran instalación de 150 toneladas de vidrio roto, que cubre el suelo de la mayor parte de la zona de exposición. A modo de viaje, los visitantes pueden caminar sobre esta superficie destrozada que simboliza la historia colectiva, siendo invitados a reflexionar sobre lo que queda de los momentos difíciles de la historia y, lo más importante, cómo el conflicto entre el orden y el desorden puede convertirse en motivo de esperanza y renacimiento cultural.

En yuxtaposición con sus propias obras, creadas principalmente como resistencia a la dictadura del régimen de Pinochet en Chile (1973-1989), Alfredo Jaar ha seleccionado las obras de más de 40 artistas, que en los años 60, 70 y 80 también buscaron resistir y cambiar el mundo. Entre los artistas incluidos iberoamericanos como Luis Camnitzer, Lygia Clark, Cildo Meireles, Ana Mendieta o Liliana Porter.

Alfredo Jaar vive en Nueva York desde 1982, donde se desempeña como artista, arquitecto y cineasta. "Reconocido como uno de los artistas más intransigentes, convincentes e innovadores que trabajan hoy, la obra de Jaar de los últimos 40 años no deja de recordarnos el papel ético del arte y la cultura. Ya sea a través de fotografías simples o instalaciones ambiciosas, Alfredo Jaar ilumina y despierta la conciencia de su público con una poesía rara pero vital", señala la nota del MAC de Marsella.

Sus primeras obras de la década del 70 reflexionan sobre las posibles formas de resistir poéticamente a las condiciones de censura del Chile dictatorial. A partir de su llegada a la ciudad de Nueva York, Jaar continuó realizando obras que refieren a la cuestión chilena y que recurren a estrategias poéticas que había desarrollado previamente en su país natal.

Sus instalaciones e intervenciones públicas le han valido un extenso reconocimiento internacional. Así, pues, su trabajo, en el cual emplea una amplia gama de medios artísticos contemporáneos, ha sido expuesto ampliamente en todo el mundo y ha participado en varias ocasiones en los eventos artísticos más importantes del calendario internacional, como son la Bienal de Venecia (1986, 2007, 2009, 2013), la Bienal de Sao Paulo (1987, 1989, 2010) y la Documenta de Kassel (1987, 2002).