La pandemia de la COVID-19 ha acelerado los procesos digitales y ha desafiado a avanzar en esa línea a los museos, centros, fundaciones y galerías de arte españolas, portuguesas y latinoamericanas, como nos han comentado no pocos de sus responsables en entrevistas del proyecto informativo #pensandoelfuturo/pensandonofuturo. 

Ahora, tras más de dos meses de intensa actividad online debido a su cierre, y en coincidencia con su reapertura al público, queremos conocer, a través de sendas entrevistas individuales, sus principales iniciativas online emprendidas así como sus conclusiones y/o recomendaciones derivadas de ellas.

La primera tiene como protagonista al Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), uno de los centros que ya antes de la crisis venía apostando decididamente, y con éxito, por la actividad online. Para conocer mejor la estrategia digital -anterior, durante y post-covid- del centro barcelonés contamos con Lucia Calvo Bermejo, miembro del equipo de web y comunicación digital.

ARTEINFORMADO (AI): ¿Cuál/cuáles, de las iniciativas online emprendidas por su centro, ha/n obtenido -en su opinión- mejor/es resultado/s, cuantificándolos si fuera posible?

Lucia Calvo Bermejo (LCB): Desde que se ordenó el cierre de centros y museos, el equipo del CCCB ha hecho un gran esfuerzo por mantener el contacto y la comunicación con el público a través de nuestros canales digitales (redes sociales, newsletters y página web) y también ha informado de la cancelación de las actividades previstas, que en todos los casos que ha sido posible, han pasado a retransmitirse en streaming. Es el caso de las conferencias de Stefano Mancuso, Alessandro Baricco y Gabi Martínez, que, nada más empezar el confinamiento, hicimos el esfuerzo de trasladar al ámbito digital con la máxima celeridad posible. El impacto de estas primeras charlas fue importante y sus reproducciones ya superan las 24.000. El incremento de las visualizaciones de los archivos multimedia del CCCB durante estas fechas ha sido del 235%.

Una de las áreas importantes de la estrategia digital del CCCB es la puesta en valor del archivo digital del Centro (más de 3.000 vídeos en línea, artículos y conferencias sobre pensamiento, arte, ciudad, literatura, feminismos, ciencia, Internet o educación, entre otros muchos temas de actualidad). Durante el confinamiento, hemos reforzado esta línea estratégica a través de nuestras comunicaciones en redes sociales, vinculando los contenidos a la actualidad y a temas que creíamos que podían ser de interés para nuestros seguidores. La respuesta de los usuarios fue positiva, puesto que en las primeras semanas del confinamiento la consulta de nuestros vídeos, artículos y conferencias se dobló.

También hemos reforzado la curaduría de contenido digital, creando listas de reproducción temáticas de nuestro archivo o encargando artículos o vídeo ensayos de Soy Cámara específicos y vinculados con los temas que preocupaban en este momento a la población. Las listas de reproducción hemos intentado que estuvieran ligadas a problemáticas de las que se estaba hablando en este momento en el debate público como por ejemplo el valor del espacio público en un momento que estábamos encerrados en casa, la importancia de los cuidados desde una perspectiva feminista o el legado cultural importantísimo que deja la gente mayor, colectivo que lamentablemente ha sido uno de los más golpeados por la pandemia.

Por otra parte, ante la urgencia de ofrecer los contenidos digitales en las mejores condiciones posibles, hemos sido conscientes de la necesidad de invertir en su subtitulación a tres idiomas (catalán, castellano e inglés), de modo que, a su vez, contribuimos a la accesibilidad de dichos archivos. Una tarea que implica un gasto elevado pero que conviene no descuidar.

Uno de nuestros objetivos principales es acercarnos al público a través de relatos que tengan sentido y relevancia y mostrar, a través de Internet y a nivel local e internacional, todo el conocimiento que generan toda la red de pensadores, artistas, autores y colaboradores que hacen posible y dan valor al CCCB.

Aunque la apertura de los centros y museos es inminente, seguimos trabajando en el festival Primera Persona que hará una edición especial en streaming o en el programa de debates online semanales (link a debates a casa) vinculado también a temas de los grandes ámbitos de programación del CCCB y a la actualidad. También hemos hecho un gran esfuerzo porque los contenidos digitales vinculados a la exposición "Gameplay" (que cerró durante el confinamiento pero que volverá abrir sus puertas) estuviese presente a través de nuestros relatos en redes sociales y de nuestra web.

AI: ¿Qué conclusiones y/o recomendaciones se derivarían de la acometida de estas iniciativas online?

LCB: La primera conclusión a la que hemos llegado es que disponer de este magnífico archivo digital ha sido una ventaja. Nuestro empeño en crear y abastecer a nuestros públicos de contenidos digitales desde hace muchos años ha resultado crucial en el momento en que todo consumo cultural se ha trasladado a la esfera digital.

Las entrevistas a nuestros invitados, los artículos del blog LAB, los programas de video ensayo 'Soy Cámara', los debates y conferencias registrados, los reportajes de las exposiciones y un largo etcétera de contenido digital que hemos ido ofreciendo a través de nuestros canales demuestran que es importante dedicar recursos a generar y curar contenido digital de calidad, adaptado al medio y a los usuarios de Internet.

En este sentido, consideramos que aunque la experiencia presencial en el espacio físico (visitar una exposición, asistir a un debate presencial) es algo único, deseable y que no hay que abandonar, es muy importante empezar pensar y trabajar las exposiciones y las actividades culturales como algo que no termina en las cuatro paredes del edificio sino que tiene recorrido y larga cola en lo digital.

Esto implica cambios en los equipos y formas de trabajar y pensar los proyectos. Ahora que se vaticina que las grandes exposiciones perderán peso, creemos que esto no debe verse como algo negativo, sino como un reto para replantear los procesos y los contenidos de las exposiciones, a menudo sólo pensadas para el disfrute en el espacio físico. Es un buen momento de pensar los proyectos culturales como un todo que une presencial y digital y no como dos ámbitos separados.

Y, por último, es importante destacar que todo el trabajo titánico que hemos hecho en los últimos dos meses ha sido solo posible gracias a la existencia de un equipo humano entusiasta y profesional que ha trabajado de forma coordinada y con unas directrices y objetivos muy claros. Los resultados y el aprendizaje obtenidos han valido la pena. Y seguimos aprendiendo.